Los superhéroes y Harry Potter mandan en el fondo de armario del Entroido

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Las tiendas del sector tratan de recuperarse tras el varapalo de la pandemia

24 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Se acerca el fin de semana de Entroido y algunos disfraces empiezan a agotarse en las tiendas. Es el caso de Spiderman en la Casita de Kitty (Vilagarcía), donde ayer solo quedaba la talla 2-3, o el The Mandalorian, uno de los personajes del universo Star Wars que en Party Fiesta ya es imposible encontrar. Los superhéroes del cine y la televisión siguen mandando en las preferencias del público a la hora de comprarse un disfraz, especialmente entre los más pequeños, aunque Harry Potter tampoco pierde comba.

Hace dos décadas que el personaje creado por J. K. Rowling empezó su reinado en las librerías y en las pantallas, pero se ve que el fenómeno no decae. Quizá algo tenga que ver en ello el estreno, este año, del documental Harry Potter, 20 Aniversario: Regreso a Hogwarts. El caso es que la gente, también adultos, siguen a la caza de capas y varitas.

Series como La casa de papel y El calamar también alimentan las estanterías y los catálogos de Internet, con el permiso de los clásicos de toda la vida, como son los piratas, los payasos, los vikingos o los indios. Estamos en febrero y el personal, en la medida de lo posible, opta por disfraces abrigosos para poder participar de los desfiles y las actividades al aire libre sin riesgo de pillar un resfriado.

El del 2022 será un Entroido que intenta mirar a la normalidad después de la debacle del pasado año. Vuelven los desfiles y los concursos —aunque no al cien por cien— y en los colegios mañana será día de ir disfrazados, pero los negocios del sector aún están lejos de alcanzar los niveles de ventas del 2020, según afirman las fuentes consultadas. No falta quien ha optado por liquidar existencias. Es el caso de mercería Celia, en Cambados. Tras más de tres décadas siendo un referente para comparsas y otros moradores el carnaval arousano, Celia quiere desprenderse definitivamente de las pelucas, los gorros, las barbas y los disfraces que aún le quedan en el almacén, a precio de ganga, con descuentos del 50 %.

Los hábitos de consumo han cambiado, cuenta la propietaria María Pillado, y ante la competencia que suponen los chinos e Internet y la cultura imperante del usar y tirar, el género de calidad poco tiene que hacer. Pocos son los que se gastan más de 40 euros en un disfraz, «y si pueden gastar solo 20 euros, mejor que mejor», apuntan en Juguettos de Vilagarcía.