Varias calles y vías, entre ellas Rey Daviña, han vuelto a inundarse en la última tarde del 2022
31 dic 2022 . Actualizado a las 18:52 h.El viento soplo con fuerza durante toda la mañana en Arousa, provocando un reguero de incidencia que engrosaba la lista de sucesos que se empezó a escribir ya por la noche. Contenedores caídos, señales arrancadas de sus bases, alumbrado navideño desplomado sobre las calles, árboles cortando carreteras... Los servicios de Emerxencias tuvieron una primera parte de la jornada intensa, atendiendo sin pausa los numerosos incidentes producidos por las fuertes rachas de viento. Buena muestra de ello nos la ofrece el servicio municipal de Vilagarcía, que atendió 30 llamadas durante la mañana. «Cando chegue a choiva amainará», decían los trabajadores que aseguraban unas cosas, recolocaban otras y, en resumen, iban de aquí para allá arreglando los destrozos, pequeños pero numerosos, de la mañana.
Pero luego llegó la tarde, y con ella la prometida lluvia, que hizo acto de presencia con una tromba de agua monumental, suficiente para sembrar el caos en calles como la de Rey Daviña, en Vilagarcía: la última tarde de compras del año se convirtió en otro festival de agua suficiente para angustiar a los comerciantes de la zona, quienes hace tan solo unos días sufrieron ya otra inundación. Rey Daviña no fue la única zona afectada en ese primer envite de la lluvia: Rosalía de Castro y otras calles de la ciudad también se convirtieron en enormes balsas de agua.