Aumentan las iniciativas en colegios e institutos para potenciar esta asignatura frente al predominio del inglés. Meis recibe estos días a 17 estudiantes del país vecino
09 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Al idioma y la cultura francesas le han salido buenos aliados en Arousa. Frente a la apisonadora del inglés, hay un puñado de profesores que batallan porque el francés siga vivo más allá de segundo de la ESO, cuando deja de ser asignatura obligatoria. El reto es que los chavales sigan escogiéndola como optativa y, con ello, abrirles nuevos horizontes frente a la omnipresencia anglosajona. Porque el francés no solo se habla en Francia. Sin salir de Europa también se utiliza en Bélgica, Luxemburgo, Suiza y Andorra y, fuera del continente, cuenta con millones de hablantes en Canadá y en África.
El francés abre muchas puertas, también laborales, y con este mensaje se suceden las iniciativas para promover su estudio en las aulas. La última tiene su escenario en Meis, adonde llegaron el día 2 de junio 17 alumnos del Collège Pierre et Marie Curie de la localidad de Albert con motivo de un intercambio con el CPI Mosteiro que se desarrolla en el marco del programa EduExchanges de la Consellería de Educación.
Se alojan en las casas de los estudiantes meisinos que viajaron antes a Francia y ayer fueron recibidos en el Concello por la alcaldesa, Marta Giráldez, cumpliendo una agenda que les permitirá participar en un taller de arte rupestre o visitar la isla de San Simón y Santiago de Compostela. Y es que, además de practicar el idioma, estos intercambios les enseñan otras culturas y otras forma de vivir. Al igual que ocurre con Portugal, pese a la proximidad geográfica hay una gran distancia social y cultural, de manera que se conoce más lo que ocurre en Estados Unidos que lo que pasa al otro lado de los Pirineos. Por eso resultan tan útiles encuentros de francofonía como los que se celebran cada primavera en Vilanova para institutos de toda Galicia e iniciativas como las organizadas en el instituto Ramón Cabanillas de Cambados, donde tan pronto organizan un intercambio escolar —y van cinco—, como montan un foodtruck con creps, preparan un desfile con referencias a Coco Chanel o los Mosqueteros o una degustación de galletas Macaron. Allí, los profesores Lucía Enrique y Bruno Barreiro llevan años luchando por que el francés no desaparezca de las aulas, hasta el punto de que el IES Cabanillas ha implantado el francés como primera lengua en primero de la ESO. En el colegio de Mosteiro, la tarea la asume en solitario Christina Gamallo, quien, pese a los desvelos que implica organizar un intercambio escolar, va ya por el segundo, «porque lo que hago como profesora en clase adquiere así sentido para los alumnos». Ella forma parte de esa comunidad de docentes que «combaten» porque el francés no sucumba ante el tirón de otras lenguas como el portugués y acabe relegada al final de la tabla entre las preferencias de los alumnos. Por eso conviene motivarlos, y algo están consiguiendo. «Tengo alumnos con el B1 de francés», dice orgullosa Christina. «En segundo de bacharelato houbo 40 alumnos este curso e bastantes fixeron a Abau co francés», abunda Lucía.