Y Leiva volvió al Náutico de San Vicente cuando nadie se lo esperaba

Leticia Castro O GROVE / AGENCIA

AROUSA

Concierto de Leiva en El Náutico de San Vicente
Concierto de Leiva en El Náutico de San Vicente Carlos Abal

Su inesperada aparición llenó la playa de A Barrosa hasta la bandera

29 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Se hizo de rogar, pero al final valió la pena, aunque quizás muchos de sus fans no pudiesen estar ya en A Barrosa para verlo. Leiva acudió al Náutico de San Vicente cuando el verano por estos lares comienza a dar sus últimos coletazos. Lo hizo con toda la discreción que pudo, aunque el vídeo que colgaba el domingo por la mañana en el jardín de la residencia de artistas de Miguel de la Cierva hacía presagiar algo, y circulaba el rumor de que alguien lo había visto practicando deporte esa misma mañana por la zona. Así que un nuevo rumor se extendió por la península meca, y la gente comenzó a peregrinar a la playa a media tarde, como lo habían hecho muchos otros días de agosto, cruzando los dedos por si sonaba la flauta y provocando algún que otro atasco en la bajada hacia el arenal. Esta vez era la buena.

Fue algo parecido a lo del cuento de Pedro y el lobo, ya lo dijo el propio cantante encima del escenario, excusándose con los residentes por si aquellos bulos hubiesen alterado su vida diaria, y alguien le gritó entre el público «te perdonamos». Para gestionar el volumen inesperado de vehículos estaba la Policía Local de O Grove, que impidió, llegado el momento, que más automóviles bajasen dirección A Barrosa. Y quizás este, el concierto más esperado, fue el que tuvo un aforo más reducido dentro del local, para regocijo de los muchos espectadores.

El escenario estuvo esta vez pegado a la playa, un clásico cada vez que Leiva y Ferreiro, ese tándem tan atractivo para las masas, acuden a San Vicente. Desde el bar, se retiró la verja que separa el arenal del local, para permitir a todos disfrutar del momento, y Leiva de vez en cuando se giraba para dar un acorde. Sobre las tablas estaba también Esmeralda Escalante, que ya lo había acompañado en la gira Cuando te muerdes el labio, y que actuó en El Náutico en julio. Así las cosas, la mayor sorpresa fue la aparición del vástago de Ferreiro, Andrés, que se estrenaba hace una semana con su grupo Querido y suplía a la perfección la ausencia de Iván, al que Leiva hizo una videollamada en directo. Juntos cantaron El equilibrio es imposible, uno de los temas míticos de Los Piratas, y escuchar a Andrés era como viajar en el tiempo dos décadas atrás. Aunque sobre el escenario, con un sonido exquisito, sonaron también temas como Diazepam, Sincericidio o la legendaria Lady Madrid, que el público coreaba al unísono tras haberse puesto el sol y dejando una imagen de postal sobre la arena, que ponía la nota mágica a la actuación.

LETICIA CASTRO

Un silencio apenas interrumpido por el sonido de la guitarra y los aplausos ponía la guinda a un concierto que sonaba de lujo, y que fue visto por cientos de personas, desde el exterior del bar. Algo a lo que el artista, que lleva frecuentando el local desde los diecinueve años, ya está acostumbrado: «Después de veinticuatro años, venir al Náutico es como venir a casa», confesaba el músico a su público.