«Le propondré a mi buen amigo Eros Ramazzotti que se deje asesinar en una de mis películas»

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Tan capaz de rodar un sangriento «gore» como de cantarle al amor junto al cantautor italiano, el realizador Federico Zampaglione ha sido el primer gran invitado de Curtas, el festival de cine fantástico de Vilagarcía

02 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En él anidan dos almas creativas verdaderamente opuestas. Como músico al frente de su propia banda, Tiromancino, ha lanzado varios álbumes de corte romántico en los que el pop se aproxima a los terrenos de la canción de autor. Buen amigo de Eros Ramazzotti, en el 2015 escribió las letras de cuatro temas que formaron parte del álbum Perfetto. Aunque ha tocado diversos palos como cineasta, donde Federico Zampaglione se mueve como pez en el agua es en el horror. Sin complejos, sangriento, literalmente visceral. Su tercera obra dentro de este particular género lo ha llevado al Screamfest de Los Ángeles y al festival de Sitges, donde The Well fue nominada como mejor película antes de recalar en Curtas, la gran cita del cine fantástico en Galicia.

—Hablemos de su cine, en primer lugar. De su obra de genero.

—Bien, mi primera película de terror fue The Shadow, en el 2009. Fue mi primera experiencia en el género, una suerte de historia de supervivencia. Con ella giré por el mundo y me convertí en director de horror. Fue como un sueño que se hacía realidad, porque siempre fui muy fan del terror.

—Cuatro años después llegó «Tulpa, perdiciones mortales».

—Sí, fue un homenaje a los años dorados del cine de terror que se hizo en Italia, durante los años 70 y los primeros 80. Un homenaje al cine con el que crecí. Darío Argento, Mario Bava, Lamberto Bava [esta semana estará también en el Curtas], Sergio Martino, Lucio Fulci... Cuando era adolescente estaba loco por las películas de killers, de guante negro.

—Por fin llegamos a «The Well».

—Es una historia completamente distinta, más gótica, muy atmosférica y también sangrienta, gore. Tenemos un reparto internacional, una combinación de Estados Unidos e Italia con Lauren LaVera como protagonista. Una película de este año, yo diría que más madura, que estamos presentando en el circuito, ha agotado entradas y está haciendo gritar y saltar al público.

—Acaba de proyectarse en Vilagarcía. ¿Una buena acogida?

—Sí, la acogida ha sido positiva, aunque creo que había algún espectador perturbado por los momentos gore. Por su puesto, es una película para gente a la que le gustan las emociones fuertes. No es algo ligero, sino una película para los verdaderos fan del horror. Hemos trabajado mucho y para nosotros es muy importante presentarla en el circuito independiente y en festivales como Curtas. Ahora el filme está andando y nos toca disfrutar.

—¿Qué le aporta el horror como forma de expresión artística?

—Otros géneros, como el drama o la comedia, pueden ser divertidos. Pero siempre debes colocarte en situaciones reales y respetar ciertos límites para resultar creíble. Sin embargo, en el horror o en la ciencia ficción esos límites desaparecen. La sensación de libertad es increíble.

—El humor suele asociarse a un carácter nacional. Hay un humor británico, como hay un humor francés, italiano, un humor gallego o un humor español. ¿Sucede lo mismo con el miedo?

—Sí, estoy convencido de que existen diferencias. Los americanos, por ejemplo, más allá de sus grandes mitos del terror, como Viernes 13 o La matanza de Texas, apenas quieren hacer historias nuevas. Están en un lugar seguro y se dedican a los reboots y a los remakes. Estoy hablando del cine comercial, por supuesto. En Europa existe una expresión más artística. El horror español es interesante, gore, colorista, entretenido, tiene mucho sabor, con gente como Balagueró o Paco Plaza. El horror francés es muy cruel, perturbador, a veces atroz. Los británicos son muy británicos, siempre en su sitio, con una mezcla de thriller y horror que me gusta. Aunque me gusta más lo español, es más loco. 

—¿Y el horror italiano?

—En Italia hay una diferencia entre la gran tradición del cine de terror, loco, insano, enfermo, como un pintor que hubiese perdido la cordura, completamente salvaje. Y el horror actual, que intenta vender el género a un público al que en realidad no le gusta. El resultado es un producto suave que no gusta a nadie, ni a los fans ni al público general. Tenemos que encontrar la vieja energía y no preocuparnos, porque a los verdaderos fans les va a gustar. Tengo amigos a los que les digo que mis películas no son para ellos. Y no hay ningún problema, lo entienden. No se trata de agradar a todo el mundo.

—Es que verdaderamente parece increíble que sea usted la misma persona que compone profundos temas de amor.

—Eso me dijeron después de mi primera película de horror. Pero hay algo romántico en la sangre. El terror es romántico porque va de sentimientos. Solo tenemos una vida y me gusta vivirla dándole salida a mis diferentes sentimientos. Lo que sí está claro es que mis fans musicales nunca verán mis películas como director sangriento.

—¿Y Eros Ramazzotti? ¿Lo vería protagonizando una de ellas?

—Es muy buen amigo mío. Eros asesinado por un hombre misterioso... Se lo voy a proponer, que se deje asesinar en una de mis películas, ¿por qué no? [Risas].