La centenaria entidad de Vilagarcía multiplica su programación deportiva, gestiona la creación de una escuela de vela y busca ampliar su base social
20 ene 2024 . Actualizado a las 13:35 h.Fundado en 1902, el Real Club de Regatas Galicia acaba de entrar en una nueva etapa con la llegada de Wenceslao González-Garra a su presidencia y la configuración de la junta directiva que regirá el funcionamiento de la sociedad durante los próximos cuatro años. Su compañero Suso Mesejo ejerce las funciones de comodoro —el cargo que en un club náutico se encarga de todo lo relacionado con las embarcaciones— y ayer se brindó a explicar algunas de las pautas que su equipo se propone establecer con el objetivo de imprimir a la entidad un nuevo impulso, ampliar su base social, reactivar su calendario de eventos y, en definitiva, potenciar su papel en el concierto sociocultural de Vilagarcía, de cuyo patrimonio forma, al fin y al cabo, una parte tan importante como escasamente conocida por el gran público.
El primer paso dentro de este camino ya ha sido dado. El Club de Regatas triplicará a lo largo de este año las pruebas deportivas que ha venido celebrando en los últimos tiempos. En lugar de las dos habituales, el 2024 trae bajo el brazo seis regatas, como mínimo. Esta secuencia se iniciará el 20 de abril, con la regata final de la Liga de Cruceros, en colaboración con los clubes náuticos de Ribeira y Rianxo, y Arousa Norte. Continuará el 25 de mayo con el clásico Trofeo Santa Rita. El 17 y el 18 de agosto llegará otro punto fijo en el calendario: el Trofeo San Roque de la clase snipe y gran premio Ramiro Carregal. En septiembre, su vocación de cuidado hacia el patrimonio náutico se verá plasmada en la organización de una concentración de clásicos de madera ligera, abierta a las embarcaciones tradicionales. La siguiente escala está protagonizada por la regata valedera para el Campeonato de España femenino por autonomías de la clase eliot, junto al Centro Galego de Tecnificación de Vela y la federación gallega. La prueba servirá para seleccionar a la tripulación que representará a Galicia.
Por último, la regata Almirante Rodríguez Toubes, que acostumbraba a desarrollarse en mayo y este año tendrá lugar, por primera vez, en el mes de octubre.
En estos momentos, el Club de Regatas está conformado por un centenar de socios. Sin embargo, su capacidad es suficiente para albergar sin demasiados problemas el doble de estos miembros. «Estamos convencidos de que tenemos un potencial de crecimiento importante», indica Mesejo, quien pone sobre la mesa otro de los grandes proyectos que la sociedad tiene en mente: la creación de una escuela de vela capaz de atraer hacia las actividades náuticas tanto a niños como a adultos que no hayan tenido contacto previo con esta clase de disciplinas.
Las gestiones para la constitución de la escuela ya están en marcha. De hecho, el club aspira a disponer en pocos meses de un espacio en la nave de O Cavadelo, que le permitirá mantener su actividad en verano e invierno. De forma paralela, el equipo de González-Garra se dispone a impartir un curso para la obtención del título de patrón de embarcaciones de recreo (PER), dirigido tanto a socios como a personas que no formen parte de la entidad. El PER habilita a su poseedor a gobernar embarcaciones de recreo a motor de hasta quince metros de eslora y a navegar a una distancia de doce millas de la costa. Además, lo faculta para el pilotaje de motos náuticas, hoy sometido a restricciones.
Uno de los clubes de vela más antiguos de España
Sus 122 años de historia hacen del Real Club de Regatas Galicia uno de los clubes náuticos más antiguas de cuantos siguen en funcionamiento en España. Su fecha de fundación, en 1902, podría retrotraerse incluso a 1878, cuando se constituyó La Peña, la sociedad sobre cuyas bases se levantó la actual entidad. El propio Alfonso XIII lo reconoció en el escrito con el que le concedió, en 1905, el título de Real: «Es el decano de Galicia y uno de los clubes más antiguos de Europa».
Su primer presidente fue el abuelo de Camilo José Cela: John Trulock, el ferroviario británico que unió su destino al de la primera línea de tren de la historia de Galicia, al frente de la compañía The West Galicia Railway Co. Ltd. Entre su patrimonio inmaterial, y sumamente operativo, se cuentan los convenios de correspondencia y reciprocidad que unen al Club de Regatas de Vilagarcía con 41 sociedades similares distribuidas por toda España, Portugal y el Reino Unido.