Incendio en uno de los edificios más altos de Vilagarcía: «Noté olor a quemado; cuando salí de la habitación, ya estaba todo negro»

r. estévez / s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Mientras un operario procedía a instalar un pararrayos, un cuadro eléctrico de un semisótano comenzó a arder; fueron evacuadas las primeras plantas del inmueble, con cinco personas y un perro siendo rescatados por las ventanas de sus casas

17 abr 2024 . Actualizado a las 21:16 h.

Cuando se despertó este miércoles por la mañana, Yésica Santórum no se imaginaba que al cabo de unas horas saldría de su casa, en el primer piso del edificio Procoarsa, por la ventana. La joven fue una de las cinco personas que fueron evacuadas de esta forma a consecuencia del humo generado por un cuadro eléctrico situado en el piso menos uno del inmueble. Mientras un operario trabajaba para instalar un pararrayos, el cuadro comenzó a arder, provocando una densa humareda que se adueñó del edificio, de doce plantas, a través del hueco de las escaleras.

Bastante rato después de haber sido rescatada de su casa, a la joven aún le costaba trabajo hablar de la experiencia que había vivido. Se encontraba en su casa, dice, cuando primero oyó un ruido extraño. Luego comenzó a percibir un olor a quemado que la alarmó. «Cuando abrí la puerta ya vi todo negro, no se veía nada», cuenta. Mantuvo la sangre fría lo bastante como para ir a comprobar que no había nada al fuego en la cocina. Y tras hacerlo, se metió en la habitación de su hermano, «la más alejada», junto a su perro. Mantuvo la calma hasta que, viendo que cada vez tenía más problemas para respirar, se asomó a la ventana para pedir ayuda. Enseguida fueron a por ella y a por su mascota, que en cuanto tocó tierra firme echó a correr: fue encontrado poco después en Baión, hasta donde había llegado espantado por la experiencia vivida.

Martina Miser

 «Afortunadamente, no pasó nada», concluía Yesica tras relatar su historia. A las dos de la tarde, casi dos horas después de que comenzase todo, se encontraba, igual que muchos de sus vecinos y vecinas, frente al edificio, observando el ir y venir incansable de Bombeiros do Salnés, Emerxencias Vilagarcía, Policía Local y Nacional... Hasta el lugar se habían trasladado también varias ambulancias para atender a quien pudiese necesitarlo.

Todo había comenzado pasadas las once y media de la mañana, cuando se declaraba el incendio. Tras ser dada la alerta, los Bombeiros do Salnés con base en Vilagarcía fueron los primeros en llegar hasta el lugar. Para entonces, un denso humo negro envolvía ya el interior del edificio. «Dimos con el fuego por el calor», comentaban algunos de los participantes en el operativo.

Martina Miser

En los incendios eléctricos, el humo se convierte en el gran enemigo a batir. En esta ocasión, los esfuerzos del personal de emergencias se concentraron en intentar poner a salvo a todas las personas que pudiese haber en el inmueble, en concreto en los primeros pisos. Unos fueron ayudados a bajar por unas escaleras en las que no se veía nada. Otros, explica el responsable de Emerxencias Vilagarcía, fueron rescatados del interior del ascensor, en el que habían quedado atrapados. Y cinco personas fueron extraídas por las ventanas.

Carmen Díaz y su marido fueron una de las dos parejas que salieron de su casa a través de la ventana. «En principio, nos dijeron que cerrásemos la puerta y las ventanas y que no nos moviésemos de casa», cuenta ella. Carmen no lo dudó: cubrió con una toalla la rendija inferior de la puerta, y precintó todo con cinta de carrocero que tenía en casa. «Era increíble, porque el humo entraba por todos lados. Era un humo horrible, muy negro», relata. A través de la mirilla, dice, no se podía ver nada de lo que pasaba fuera: «Estaba todo negro, no veía ni la puerta de enfrente, ni el ascensor, ni nada», explica esta mujer, sorprendentemente tranquila tras la peripecia vivida. «Luego nos dijeron que era mejor que saliésemos», relata. «Yo les dije que estábamos bien, que apenas había humo dentro de casa. Pero era más seguro bajarnos, así que nos sacaron por la ventana con una grúa», cuenta.

Martina Miser

Carmen estaba a punto de salir de casa para ir a pasar el día fuera de Vilagarcía cuando todo comenzó. «Fue mejor así, porque si llego a estar fuera y enterarme de todo esto, me iba a asustar más». Algo así le pasó a Olga. Ella volvía de dar un largo paseo cuando, en Doutor Tourón, se cruzó con algunos conocidos que le dieron un críptico mensaje: «Corre, corre, que es donde tú vives». Alarmada, les hizo caso y apuró el paso hacia su domicilio. «Cuando vi salir el humo, al principio pensé que era mi casa», relata. Comenzó a calmarse cuando comprobó que el incendio estaba controlado y que sus vecinos y vecinas estaban a salvo —quienes ocupan los pisos más altos no fueron desalojados: permanecieron en sus casas, en comunicación constante con los efectivos de emergencias—. El episodio, dijo, le había recordado aquel otro incendio registrado en Procoarsa a finales de noviembre de 2017. En aquella ocasión, recordaban quienes viven en el edificio, «había fuego, mucha llama»: había prendido en un colchón de un quinto piso. «Aquella vez yo me lo tomé con calma, bajé por las escaleras llamando a todas las puertas», relata una de las vecinas, que ayer no se encontraba en casa cuando el humo se adueñó de todo.

La concejala de Servizos Sociais de Vilagarcía, Tania García, se desplazó hasta Procoarsa, un edificio ubicado en el entronque de Pablo Picasso con la avenida de Vilanova, para conocer la situación de primera mano y saber si su departamento podía colaborar con los damnificados.

Tras hablar con los responsables del operativo y con algunos de los damnificados, García Sanmartín explicó que la mayor parte de los propietarios iban a volver a sus casas de forma inmediata; de hecho lo hicieron antes de las 15.30 horas. Solo una vivienda, el piso del que fue rescatada Yesica, no iba a poder ser utilizada, pero la familia no necesitaba ayuda para realojarse temporalmente.