Los tribunales dan la razón al Concello de Vilagarcía al negar un local a un grupo negacionista antivacunas

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Soberanía y Salud promovió una charla en el auditorio con una médico expedientada por sus opiniones sobre la pandemia y dijo sentirse discriminada frente a SOS Sanidade Pública

19 jun 2024 . Actualizado a las 11:41 h.

«Sabedes que hai persoas coma vós que cuestionan a necesidade das medidas que se están tomando? Sabedes que hai científicos e terapeutas honestos que cuestionan con argumentos sólidos a versión oficial da suposta pandemia desde os seus diferentes aspectos? Sabedes que hai científicos e terapeutas honestos que cuestionan a suposta bondade dos tratamentos que oficialmente se queren impoñer ao conxunto da poboación? Sabedes que hai tratamentos eficaces e de baixo prezo para previr e curar diferentes enfermidades comúns, xa experimentados por científicos e terapeutas honestos neles mesmos e nos seus pacientes?». Así iniciaba su boletín del 26 de diciembre del 2021 Soberanía y Salud, una organización negacionista que fomentó la creación de grupos de acción local e impulsó una charla en Vilagarcía de Arousa bastante tiempo después, en abril del 2023, cuando la pandemia había remitido. El Concello le negó entonces el uso de la sala de conferencias del auditorio, una decisión que acabó en los juzgados y ahora respalda el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

Lo que Soberanía y Salud pretendía era entablar en este local público una charla coloquio sobre la revisión del reglamento internacional de la Organización Mundial de la Salud. Entre los ponentes figuraba una doctora a la que el Colegio de Médicos abrió un expediente por su posicionamiento negacionista frente al azote del coronavirus. Ravella rechazó la petición, argumentando que en su condición de autoridad sanitaria, reconocida en la lucha contra la pandemia, el Concello actuaría en contra de su propia responsabilidad como institución e incurriría en una obvia contradicción al favorecer el desarrollo de un acto cuyo objetivo era «cuestionar las recomendaciones de las autoridades sanitarias oficiales».

Oscurantismo y arbitrariedad

La reacción del grupo llegó en forma de un recurso contencioso-administrativo. Soberanía y Salud se sentía víctima de una vulneración de derechos fundamentales como el ejercicio de la libertad de expresión y la igualdad, y objeto de un «trato desigual y discriminatorio» frente a otras entidades. Para documentar su alegación, la organización examinó las 137 solicitudes para el uso de locales municipales que se cursaron en el 2021, el 2022 y los siete primeros meses del 2023. De ellas, únicamente la suya fue rechazada. A partir de ahí, los demandantes acusaron a Ravella de oscurantismo y arbitrariedad. Además, compararon su propio papel con el de la plataforma SOS Sanidade Pública, que sí pudo desarrollar un acto en instalaciones públicas. «Se hizo porque el color del gobierno del Concello de Vilagarcía es diferente al color del Gobierno autonómico», señala el recurso.

El Juzgado de lo Contencioso número 1 de Pontevedra tumbó, sin embargo, todas y cada una de esta serie de acusaciones en una sentencia que Soberanía y Salud llevó al TSXG, donde acaba de correr la misma suerte. En su dictamen, que desestima la alegación, el tribunal deja bien claro que un acto de estas características sería incompatible con la función del Concello como autoridad sanitaria, recuerda que el autorizar o no el uso de sus locales es una facultad discrecional, no automática, del Ayuntamiento, y que la organización bien pudo llevar a cabo su conferencia en otro lugar, por lo que nada hubo contra la libertad de expresión en la intervención de Ravella. «Las críticas que contiene el recurso de apelación divagan en una serie de opiniones subjetivas alejadas de la normativa de aplicación o de un examen analítico objetivo de circunstancias», concluye el fallo.