Coinba entra en una nueva crisis: la producción está parada desde noviembre y la plantilla lleva tres meses sin cobrar

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

La fábrica de Vilaxoán hace años que dejó de elaborar bacalao para centrarse en el atún y el langostino congelados

15 abr 2025 . Actualizado a las 21:18 h.

Compañía Industrializadora de Bacalao, S.L. (Coinba) vuelve a ser noticia. Los trabajadores de la fábrica de Vilaxoán denunciaron este martes que la línea de producción lleva parada desde noviembre y el personal acumula ya tres meses sin cobrar sus nóminas. Con este escenario se temen lo peor: el desmantelamiento de una factoría con más de un siglo de historia que fue un referente en la venta de bacalao. Con la compra de la fábrica por parte de Vinova en 2020, Coinba se pasó a la manufactura del atún y el langostino. Aquel giro sirvió para reactivar la producción, pero los buenos tiempos parece que han llegado a su fin. De la veintena de personas que estaban trabajando en la planta de Vilaxoán solo quedan una docena, de las cuales seis lo hacen en calidad de personal fijo discontinuo. «Agora só están traballando tres persoas en oficina e o xerente que nos di que están traballando para recuperar clientes», según explicaba Mar Vila, delegada de la CIG. Por parte de la propiedad, los trabajadores solo han obtenido la callada por respuesta, silencio que mantienen desde la empresa a preguntas de la prensa. Según los datos ofrecidos por la central sindical, la producción en Coinba cayó un 50 % en 2024 respecto a los años anteriores y no hay visos de que esta deriva vaya a corregirse. «Non estamos para perder unha fábrica máis», señaló Mar Vila.

La plantilla compareció ante la prensa después de haber obtenido un fallo favorable a una demanda para la rescisión de contrato, de modo que otros trabajadores seguirán el camino de los juzgados con el fin de hacer valer sus derechos.

La plantilla y la representación sindical, este martes ante la planta de Coinba en Vilaxoán
La plantilla y la representación sindical, este martes ante la planta de Coinba en Vilaxoán MARTINA MISER

La historia reciente de Coinba está salpicada de sobresaltos. Las alarmas se encendieron a principios de 2020 cuando la empresa entró en concurso de acreedores. En marzo saltaba la noticia de que Coinba era viable económicamente, pero necesitaba otra gestión; esta llegó de la mano de Vinova, una firma que aterrizó en O Salnés anunciando una revolución en el sector del procesado de pescados y mariscos y acabó dejando un agujero de 120.000 metros cúbicos de tierra en el polígono industrial de Baión después de haber prometido crear la mayor planta de congelado de Galicia. El asunto acabó en los juzgados por una querella por estafa por parte de la Sociedad Empresarial del Atlántico (SEA) y salpicó a otras empresas.

Corporación Vasiliev S.L. con sede en Pozuelo de Alarcón cogió hace más de dos años las riendas de la gestión de Coinba y trabajadores aún han podido desentrañar la relación que mantiene la firma con Vinova. Frente a la opacidad actual, Vinova no tenía problema en 2020 en dar titulares prometiendo una inversión de 800.000 euros y la ampliación de la plantilla en la planta de Vilaxoán. Pero en 2022 llegó otro mazazo. La fábrica tuvo que suspender su actividad después de una inspección de Sanidad que llevó a aplicar un ERTE para el 30 % de la plantilla. Con todo, la empresa seguía hablando de planes de expansión con una ampliación de 1.000 metros cuadrados para instalar una tercera cámara de congelado en el antiguo secadero de bacalao. Pretendían quintuplicar la producción, que en noviembre de aquel año era de 150 toneladas al mes, pero ya entonces la plantilla no se fiaba y pedía que se garantizasen sus puestos de trabajo con compromisos en firme. Sus temores se han visto confirmados y hoy, además de ver peligrar sus empleos, llevan tres meses sin cobrar.