
El BNG pide explicaciones a la Xunta por los proyectos de Vilagarcía y Caldas
14 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Hace tres años, la Xunta anunció su intención de crear tres aparcamientos disuasorios en O Salnés y su entorno. La idea era situarlos en puntos estratégicos que fomentasen el empleo del coche compartido. Los lugares elegidos cumplían perfectamente los requisitos para alcanzar el objetivo. En Caldas de Reis, la rotonda en la que confluyen la N-640 y la PO-305, la carretera de O Pousadoiro que conduce a Vilagarcía, a un paso del acceso a la AP-9. Este enclave, de hecho, se utiliza ya desde hace años con ese mismo sentido de uso. En Ribadumia, en uno de los márgenes del río San Martiño. Y en Cornazo, en Vilagarcía, cerca de la glorieta que comunica la Vía do Salnés con la variante sur de la capital arousana. Tres años después, únicamente el estacionamiento de Ribadumia está listo.
Teniendo en cuenta la referencia del aparcamiento ribadumiense —dotado con 77 plazas, una franja verde de 1,30 metros de ancho con arbolado y alumbrado en el perímetro exterior y en su isla central—, y el hecho de que fue puesto en servicio el verano pasado, parece claro que los dos proyectos restantes acumulan, como mínimo, un retraso de un año. En el de Caldas no llegó a moverse un centímetro cúbico de tierra. Pero en Cornazo sí. De hecho, la actuación fue adjudicada a Construcciones Cernadas S. L. por un importe de 508.448 euros. En septiembre del 2023, la empresa inició la explanación del terreno que debería albergar 59 plazas de estacionamiento. Por alguna razón, las obras fueron interrumpidas en sus primeros compases y hoy están tomadas por la maleza.
Ante esta situación, el BNG acaba de mover ficha para que la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas tome cartas en el asunto. Los nacionalistas recuerdan que, en junio del 2024, cuando concluyeron los trabajos de Ribadumia, la Xunta explicó que la ejecución del proyecto de Vilagarcía estaba pendiente de los permisos que debía conceder el Ministerio de Transportes. «Esta resposta non resulta satisfactoria case dous anos despois da súa adxudicación, e resulta preocupante que a Xunta iniciase as obras sen contar coas autorizacións oportunas», señalan los nacionalistas, que han registrado una moción para instar a la Administración autonómica —y de ser el caso, también al ministerio— a que de una vez por todas aborden la creación de los aparcamientos pendientes. «Iniciativas como estas son fundamentais para promover unha mobilidade máis sostible, reducindo o tráfico e facilitando o uso compartido do vehículo», argumenta el Bloque, que teme que todo este asunto haya sido gestionado «como mera propaganda».
131 plazas de estacionamiento en el aire
De acuerdo con los datos que manejaba la Xunta, el aparcamiento disuasorio de Caldas debería contar con capacidad para albergar 72 automóviles, 59 en el caso de Vilagarcía, gracias a la inversión de 524.000 y 508.448 euros, respectivamente. Se trata, por lo tanto, de 131 plazas que de momento no se han materializado. El proyecto incluía, también, la instalación de varios puntos de recarga para vehículos eléctricos.