Cacabelos logra in extremis la mayoría para la reforma de la calle Luis A. Mestre
AROUSA
Llevó el proyecto a pleno horas antes de que venciese el plazo para una ayuda
05 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La remodelación de la calle Luis Antonio Mestre podría, al fin, ser una realidad, si O Grove y Xunta logran firmar el convenio que dará luz verde a una obra de envergadura que superará con creces los dos millones y medio de euros. Ambas administraciones públicas han acercado posturas en los últimos meses en cuanto a este asunto, tanto que el Concello do Grove ha redactado ya el proyecto de humanización que debe presentar al gobierno autonómico para su aprobación. Este lunes, el ejecutivo socialista, comandado por el alcalde Jose Cacabelos, lo llevaba a pleno para lograr el visto bueno de toda la corporación. La propuesta llegaba con una sorpresa que cogió a la oposición con el pie cambiado.
El debate sobre este proyecto «transformador da estrutura viaria e a mobilidade da nosa vila», según lo definió el propio Cacabelos, debía estar zanjado y con visto bueno al proyecto antes de medianoche, porque en ese justo momento terminaba el plazo para optar a una subvención del Plan Extra de la Diputación de Pontevedra que permitiría al Concello poder financiar el 30% de la obra que le tocaría por convenio, una cantidad cercana al millón de euros.
La aprobación en pleno era vital, pero la oposición señalaba que apenas había tenido tiempo para poder leer el documento y votar en consecuencia, y eso no gustó en absoluto, aún entendiendo la necesidad de ejecutar la obra. Así lo manifestó el portavoz de Esquerda Unida, Jose Antonio Otero, que se mostró muy bronco con el gobierno al que no dudó en espetar: «Debería lembrar que non ten vostede maioría absoluta». Otero advirtió que su grupo «non vai a condicionar o futuro do noso concello porque vostede ven con presas para chegar a esta subvención», y fue un paso más allá: «Este proxecto debería de estudarse nunha reunión con todos os voceiros e non pretender aprobalo para optar a unha axuda que é a que obriga, entre outras cousas, a dispoñer dunha plataforma única», insistía el izquierdista, quien ve gran inseguridad en la propuesta tal y como está planteada.
También el BNG recriminó al alcalde la premura y las maneras de presentar al resto de la corporación el proyecto. «Preséntase este proxecto como case esixíndonos e poñéndonos un puñal no pescozo, dicíndonos e que se non o aprobades e que non o queredes», protestaba el nacionalista Anselmo Noia. «Non pode entregarnos un proxecto cunha memoria de 356 páxinas a noite do xoves», decía, subrayando también la inseguridad y explicando que «non é un proxecto axeitado ás características da rúa».
Incluso el popular Pablo Leiva, que no entró a valorar las cuestiones técnicas de la obra, señaló que no entendía «a premura». «Non podemos aprobar un proxecto a cegas, non seríamos dilixentes», decía el portavoz de los populares.
Pero, al final, el órdago no le salió mal al alcalde y logró, con la abstención de BNG y PP, aprobar el proyecto por mayoría, condicionado por una reunión posterior abierta a modificaciones, tal y como propuso el Bloque. Los socialistas quieren que la obra pueda incluirse en los presupuestos autonómicos que se aprobarán en las próximas semanas para que la obra pueda terminar de ejecutarse, si se llega a firmar el convenio, en el año 2027.