Vilagarcía pone luz a su Navidad como un reloj

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

El mecanismo de encendido funcionó a la perfección mientras la lluvia concedía una tregua para recibir a Noel y a sus elfos

30 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Bien, pues ya está aquí la Navidad. En Vilagarcía, en Cambados, a partir de esta tarde (18.30 horas) en Vilanova. Y en A Illa, aunque habrá que aguardar unos días debido a la oscura previsión del tiempo, también es Navidad. Como en el resto de la comarca y del orbe entero, que en esto la maquinaria cultural, básicamente la que alimentan los amigos norteamericanos, nos ha igualado a todos. El caso es que anoche llegaba el turno de que los trescientos elementos lumínicos que configuran el alumbrado festivo de la capital arousana levantasen el interruptor. Y vaya si lo hicieron, con su epicentro en la plaza de Galicia y ese árbol de luz que crece hacia el cielo nuboso en este lluvioso final de otoño.

Los relojes se habían sincronizado a las seis y media. Salvo el antiguo aparejo de Caixanova, que marcaba impenitente las siete de la tarde, anclado media hora en el futuro. Solo habían transcurrido cinco minutos desde la hora pactada cuando la periodista Erea Hierro se dirigió al público que comenzaba a llenar la plaza. Algunos echaban la vista atrás, recorriendo con la mirada la flamante calle Clara Campoamor, el lugar por el que Papa Noel y su nutrida compañía de elfos harían su entrada triunfal muy poco después. Erea animaba al personal junto a Rodelfo, Adelfa y la compañera que traducía sus palabras al lenguaje de signos. Subidón de paletilla para el orgullo local cuando la periodista se vino arriba y proclamó con atrevimiento: «O Nadal non está en Vigo, está en Vilagarcía».

Los pequeños, para entonces, abrían los ojos como luceros esperando al barbudo cumplidor de sueños, que emergió de la Campoamor, protagonista estratégicamente elegida de la jornada, entre una nube de elfos cantarines, cuyas gargantas había adiestrado la escuela de música Coda. Juntos entonaron, ya sobre el escenario, una versión galaica de Viva la vida, el omnipresente y algo cansino tema de Coldplay. El bueno de Noel, los niños, sus padres, madres, abuelos y abuelas, el alcalde, Alberto Varela, y buena parte de su equipo enunciaron de viva voz la fórmula mágica: «En Vilagarcía xa é Nadal, préndete!». La Navidad hizo su magia. Y el interruptor, la suya.