Los alumnos del IES Cabanillas, otra vez sin gimnasia por las goteras

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

La pista del pabellón del instituto Cabanillas (Cambados) lleva varios días con charcos.
La pista del pabellón del instituto Cabanillas (Cambados) lleva varios días con charcos. Mónica irago< / span>

En el colegio Xulio Camba también suspendieron las clases de Educación Física por el tiempo

08 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se veía venir. En el instituto Ramón Cabanillas de Cambados retomaron ayer las clases y los alumnos estrenaron el año sin poder correr en el pabellón. Vuelve a llover dentro de modo que, mientras las nubes sigan descargando, las clases de Educación Física van a tener que circunscribirse al aula y a conceptos teóricos. En Cambados ya nadie sabe qué hacer con este problema. El Concello y el instituto han dado el preceptivo aviso a la Diputación de Pontevedra, que es la administración responsable de las obras que se realizaron en el pabellón el pasado año. Y el organismo provincial también se ve impotente porque en diciembre avisó a la empresa constructora (Copcisa) para que pasase a reparar el tejado y no apareció por allí.

Con este panorama, en el centro empiezan a temerse que van estar todo el invierno pendientes de la previsión meteorológica. En cuanto llueve un día seguido, las goteras empiezan a salpicar sobre la pista y a formar regueros de agua sobre las paredes. En estas condiciones, los profesores se niegan a impartir gimnasia porque hay riesgo de que algún alumno resbale y salga mal parado. A golpe de jueves y recién llegados de las vacaciones, ayer no se tomaron decisiones en el instituto, pero el lunes posiblemente se celebre una reunión entre la dirección y los profesores de Educación Física de la que saldrá una toma de postura.

El malestar es grande, no solo en el instituto. Fuera del horario lectivo, el pabellón del Cabanillas también lo usan los equipos de voleibol y está abierto a otros clubes que lo soliciten previamente en el Concello. Y estos tampoco lo están pudiendo usar siempre que quieren. Ya no solo es problema de la pista. Además del peligro de resbalones, la humedad ha causado averías en el sistema eléctrico, de modo que la luz también falla.

«Cabreo» en el Concello

El concejal de Deportes de Cambados, Víctor Caamaño, reconocía ayer su «cabreo».

«A situación é cada vez máis precaria. A empresa está demostrando moi pouca profesionalidade e todo apunta a que non se vai conseguir un arranxo rápido»

, se lamentaba ayer. Eso pese a que «hai cousas que teñen unha solución fácil, como é a de ampliar a sección das baixantes». A mayores de que las canaletas demostraron ser insuficientes para evacuar el agua que se desliza por el tejado, la cubierta presenta un problema estructural que debería haber sido reparado cuando se acometió la reforma del pabellón, el pasado año. Pero no se hizo.

Se invirtieron miles de euros en cambiar la pista, construir un graderío y dotar al edificio de un colorido revestimiento, pero el tejado no se tocó, al menos no lo suficiente como para evitar que llueva dentro.

Los del Cabanillas no fueron los únicos alumnos que se quedaron sin gimnasia. En el colegio Xulio Camba de Vilanova tampoco tienen pabellón -en su caso porque está en obras- y la carpa que instaló el Concello en el patio para que los chavales tuvieran un lugar donde hacer deporte a cubierto no resulta suficiente para resguardarlos cuando el viento sopla como lo hizo ayer.

efectos del temporal

El embalse de Caldas abre las compuertas y agrava la situación en el río Umia

En Baión, en Pontearnelas, en Cabanelas, en Oubiña y en Vilariño están muy pendientes del cauce del Umia. El río hace días que desbordó en varios puntos de su curso bajo, y ayer por la tarde registró los niveles más altos coincidiendo con la apertura de las compuertas de coronación del embalse de Caldas, que solo se abren cuando este está al máximo de su capacidad.

Están inundadas fincas de albariño, el parque de Cabanelas donde está el club de piragüismo y el párking situado a orillas del río en Pontearnelas pero el agua no había llegado ayer por la tarde todavía a ninguna carretera ni ninguna vivienda.

«O peor pode vir coa marea, esta noite», apuntaban ayer desde Protección Civil de Ribadumia, que lleva varios días vigilando el curso fluvial. La pleamar coincidía a las dos y media de la madrugada.