Los dueños de la nave de Otero piden una solución urbanística

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

El bloqueo actual impide edificar y frustró el proyecto de un hotel

18 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Gorinver Salnés S.L., la sociedad propietaria de la antigua fábrica de Otero situada en la alameda de San Tomé, ha presentado un escrito en el Concello de Cambados solicitando al gobierno local que mueva ficha para resolver el bloqueo urbanístico a que está sometida esta propiedad. La nave está afectada por una unidad de gestión -que abarca la avenida de Galicia, la calle Narciso Pérez y la alameda de San Tomé-, cuyo desarrollo se antoja complicado porque deja varias edificaciones fuera de ordenación. Ante la oposición que surgió en su día por parte de varios vecinos, el Concello optó por aparcar el plan especial. Tres lustros después, Gorinver Salnés salta a la palestra para plantear una propuesta que le permita edificar: segregar su parcela de la UG, calificándola como suelo urbano, de manera que el resto de los propietarios no se vean afectados.

Sin mover un ladrillo

Estos terrenos están destinados a uso comercial y residencial siempre y cuando se desarrolle el plan especial y se cumplan las directrices del Plan de Protección del Conjunto Histórico Artístico. Pero mientras no se modifiquen la Normas Subsidiarias de Planeamiento Urbanístico, allí no se puede levantar ni un pilar.

Gorinver Salnés ni puede construir un edificio de viviendas, como sería su deseo, ni su propiedad resulta atractiva para vendérsela a un promotor. De hecho, la sociedad ya ha visto pasar de largo un proyecto para construir un hotel en este solar, según afirman fuentes de la empresa.

A los perjuicios económicos para los dueños hay que sumar la mala imagen que ofrece esta nave en un lugar privilegiado del pueblo como este, frente al paseo marítimo de San Tomé. La antigua fábrica se arruina y los dueños no están dispuestos a invertir ni un euro en adecentar la fachada más allá de las obligaciones que le impone la normativa en materia de seguridad.

Mucha historia detrás

Esta nave guarda mucha historia detrás de sus muros. Fue uno de los referentes del sector de la conserva en Cambados hasta que Manuel Otero la vendió, en el año 2000, a un grupo de empresarios de Cambados. Las negociaciones para la venta de la nave, en las que intervino el Concello, supeditaban la recalificación del solar de Otero al mantenimiento de los ciento diez puestos de trabajo que había en la fábrica.

La venta se cerró con el beneplácito de la plantilla, pero esta condición solo se cumplió de forma temporal porque, si bien es cierto que Alimentos Arosa retomó la actividad en una nueva factoría construida en el polígono industrial de Sete Pías, aquella aventura empresarial se fue a la deriva y la factoría acabó echando el cierre.

Los proyectos para la nave de San Tomé tampoco corrieron mejor suerte. De los ambiciosos planes de los compradores -su idea era construir un edificio de una veintena de viviendas con vistas al mar- se ha pasado a una nave que presenta estado de abandono.

Embargo y subasta

Los problemas urbanísticos que se ciernen sobre los terrenos y la crisis del ladrillo que azotó el país en aquellos años condenaron aquella operación al fracaso hasta el punto de que la nave fue embargada por los bancos. Estos bienes acabaron en subasta pública, subasta que quedó desierta hasta en tres ocasiones con un precio final de 350.000 euros, la mitad del precio de salida.

En marzo del 2014, Gorinver Salnés adquirió la nave a través de una operación extrajudicial de crédito, por una cantidad que no llegó a trascender. Tres años después, presenta ahora un escrito por registro municipal instando al gobierno local a que busque una solución para una situación que parece enquistada.

El resultado es una nave desvencijada y sin aprovechamiento alguno que da una pobre imagen en un pueblo que presume de Bien de Interés Cultural.

Los terrenos están sujetos a un plan especial que los demás afectados no quieren desarrollar

Los planes para construir un edificio de viviendas cayeron en saco roto