Por carta y sin firmar: le piden que no dejen de iluminar su casa por Navidad

Bea Costa
bea costa CAMBADOS/ LA VOZ

CAMBADOS

Esther y Juan Carlos, delante de su casa en A Modia, con la carta anónima que encontraron en su buzón
Esther y Juan Carlos, delante de su casa en A Modia, con la carta anónima que encontraron en su buzón MONICA IRAGO

Juan Carlos tardó este año en colocar las luces, y alguien las echaba de menos en Cambados

23 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace cinco años hay una casa en A Modia (Cambados) que destaca sobre las demás por su profusa iluminación navideña. Es el hogar de Esther y de Juan Carlos, madre e hijo retornados de Suiza, que trajeron con ellos algunas costumbres del cantón alemán en el que vivieron durante más de cuarenta años. Por allí es habitual en estas fechas envolver las casas con luces, casitas, renos y personajes de cuento, y en Cambados no iban a ser menos. Cada diciembre visten la fachada para la ocasión, pero este año lo hicieron más tarde de lo habitual y se ve que alguien lo echó de menos

Esther se encontró un día en el buzón una carta manuscrita anónima en la que «dúas mozas» le pedían que no dejara de encender este año la Navidad. «Todos os anos cando pasamos por aí temos a ilusión de que a vosa casa destaque sobre as demais, sempre facedes o gran esforzo de decorala e, sen que o saibades, estades alegrándolle a vida a moitas persoas (...) Non sabemos a vosa situación, pero sempre é mellor mirar cara adiante. O presente hai que desfrutalo a pesar das caídas», reza el anónimo.

Pese a los temores que destila la carta, la ausencia de luces no se debió a ningún contratiempo grave, se debió a un arreglo en las ventanas que impedía la instalación de la logística navideña. Pero los adornos están ya puestos desde hace una semana y les gustaría saber quién o quienes están detrás de esta misiva para agradecerles su gesto.

De momento, lo que sí han conseguido es que su historia trascienda a través de las redes sociales. A su hija, que sigue viviendo en Suiza, le emocionó tanto el detalle de esas mozas sin nombre que decidió hacerlo público, y la noticia corrió como la pólvora. Esther se confiesa abrumada por las llamadas que han recibido en los últimos días, llamadas y regalos, porque a su casa tan pronto llega una bolsa de naranjas gentileza de los vecinos que quieren agradecerles la decoración navideña como una rosca de la panadería situada a pocos metros de allí.

Están sorprendidos y encantados y hoy podrán celebrarlo con la familia para compartir una «Navidad a la española», como dicen por allá. Española y resplandenciente, porque fuera alumbrará un mosaico multicolor salpicado de estrellas con un reno y un farol que acabarán metiendo en casa cuando se vayan a dormir para que no se los roben. Dentro tampoco falta detalle, sea un precioso árbol decorado con mimo o un pesebre artístico de gran tamaño con María, José y el niño Jesús que asoma nada más abrir la puerta.

A Esther siempre la gustó vivir la Navidad, ya de jovencita en su Vilanova natal, pero fue en la emigración cuando se acrecentó una afición que heredaron sus hijos. Juan Carlos González tuvo que reciclarse porque cuando vivía cerca de Berna, en la típica casa de madera, era más fácil anclar el alumbrado y los complementos, cuenta. En la fachada de cemento de su vivienda de A Modia se hace más complicado, aunque aquí tiene la ventaja de las macetas y los balcones, que contribuyen a dar más vistosidad al combinado de luces. El resultado salta a la vista y hay mucha gente que lo agradece y disfruta.