














La rapazada navegó por el Ulla en drakkar, alzó espadas de madera hacia las Torres de Oeste y gritó a todo pulmón ¡Úrsula!
05 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los drakkar Torres de Oeste y Frederikssund protagonizaron este lunes un nuevo ataque vikingo sobre Catoira. A las once de la mañana, hordas de pequeños bárbaros —algunos tan pequeños que viajaban en el cómodo colo de sus madres y padres— se subieron a estas embarcaciones de ataque para convertirse en protagonistas de una aventura en la que no faltaron los trajes de pieles, los cascos, las espadas, los escudos de madera y Úrsula, ese personaje mítico al que se encomiendan los vikingos cada vez que se acercan a las Torres de Oeste.
Para participar en este desembarco era necesario apuntarse previamente. Pero estaba claro, incluso desde antes de que las tripulaciones comenzasen a subir a bordo, que no iba a haber hueco suficiente para la gran cantidad de rapazada que quería vivir la experiencia. Así que desde el Concello, desde donde no querían dejar a nadie en tierra, decidieron abrir un segundo turno de pasaje. Y así, mientras los primeros vikingos infantiles desamarraban, rodeaban la Illa dos Ratos y alzaban amenazadoramente sus armas hacia las altas torres de Catoira, el concejal de Cultura, Raúl Gómez, organizaba a la sombra del puente interprovincial una segunda expedición.
El de este lunes fue el segundo desembarco vikinguiño celebrado en Catoira. El año pasado tuvo lugar la primera experiencia y resultó todo un éxito. Tanto es así, que la iniciativa se ha repetido, extendiéndose durante toda la jornada. Así, por la tarde, se celebró una sesión de juegos populares bajo la amable sobra de la alameda de Catoira. Y en ese mismo escenario iba a tener lugar, después, una sesión del espectáculo Cirkote, de Kote Malabar.
Con todas estas actividades se pretende hacer de la Romaría Vikinga una fiesta para todos los públicos. Y, sobre todo, una fiesta con relevo generacional.