El proyecto de las Pousadas do Salnés se consuma por fin este mes con una década de retraso

MEAÑO

Los alojamientos de Meaño y Ribadumia abrirán el día 6 de junio sumándose así a los de A Lanzada y Armenteira
02 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En mayo no pudo ser, pero las cuatro Pousadas do Salnés estarán por fin operativas durante este verano. Ha tenido que pasar más de una década para que aquel proyecto de Rafael Louzán al frente de la presidencia de la Diputación de Pontevedra cobrase forma, aunque lo hace a medio gas y gracias a la iniciativa privada. El grupo hotelero Hotusa cogió las riendas del negocio en 2014 y aún tardó años en abrir las pousadas de A Lanzada (O Grove) y Armenteira (Meis). El pasado enero anunció que en mayo abrirían las otras dos del catálogo, las de Meaño y Ribadumia, si bien será con una semana de retraso previsto.
Según se puede comprobar en la central de reservas de Hotusa, en las pousadas de Ribadumia y Meaño hay disponibles habitaciones desde el 6 de junio con tarifas de 135 y 126 euros por habitación doble la noche, respectivamente. En la de Armenteira (Meis) se podía dormir ya este fin de semana y vuelven a abrir el día 5 de junio con habitaciones a 153 euros por noche. El precio se dispara a casi el doble en el ecuador de agosto y es esta, la de Meis, la pousada que más tarde cerrará sus puertas, el 18 de octubre. Allí, el flujo de visitantes que genera la Variante Espiritual del Camino de Santiago garantiza un nivel de ocupación mínimo tras el verano, mientras que las demás pousadas adelantan el cierre al 1 de septiembre.
Las ocho semanas de plazo que estableció la Diputación en 2014 para que Hotusa pusiese en marcha las Pousadas do Salnés se han quedado en una marca irrisoria que pocos quieren recordar. Ha sido un camino tortuoso que el gobierno socialista de Carmela Silva recorrió como una herencia envenenada de la época de Louzán y que le toca gestionar ahora al popular Luis López. Ni la Diputación ni la cadena hotelera aclaran hasta cuándo está vigente el contrato suscrito en su día aunque, teniendo en cuenta que la concesión se hizo por doce años, este expiraría en 2026. Se desconoce si las condiciones de la concesión han variado desde entonces.
En el acuerdo adoptado por el pleno de la Diputación se hablaba de plazos y de financiación, fijándose para la institución provincial un ingreso correspondientes al 11 % de los beneficios que generasen las pousadas.
Este proyecto se financió con una línea de fondos europeos y fue concebido como una red de alojamiento especialmente adaptada para personas con movilidad reducida. Las obras empezaron a finales de 2011 con un presupuesto inicial de unos 10 millones de euros, que, según los datos del PSOE, se duplicó. Los socialistas acabaron llevando el caso a la fiscalía y el BNG habla de una «gamberrada» de Louzán que sigue envuelta en una gran opacidad informativa.