Urovesa activa su escuela de trabajadores especializados con la homologación de la Xunta
VALGA

La empresa pone en marcha este Uro Intrac ante la dificultad para encontrar profesionales con la formación necesaria
29 may 2024 . Actualizado a las 21:31 h.«Esta es una mañana alegre». Justo Sierra, el director general de Urovesa, iniciaba así el discurso que pronunció poco antes de entregar sus diplomas a las catorce personas que conforman la primera promoción que ha pasado por la escuela de formación Uro Intrac. En su pequeña alocución, Sierra explicó las razones que explican la puesta en marcha de este centro en las instalaciones que la empresa tiene en Valga. Fue rotundo: Uro Intrac es, dijo, «una apuesta» por la industria, por el entorno, por el empleo, pero también «por la sostenibilidad de nuestra organización». Urovesa trabaja en nichos de mercado muy exigentes, ajustando al detalle sus vehículos a las demandas de sus clientes, y eso hace que necesite profesionales muy formados, muy especializados y con una gran capacidad de aprendizaje. Y la nueva escuela es una herramienta para permitir a la compañía atender a las necesidades de personal «presentes y futuras».
Según los datos facilitados por la firma, la plantilla de Urovesa está integrada actualmente por unas 300 personas repartidas entre Valga y Santiago. Pero «las características del producto y las fluctuaciones del mercado en relación con su contratación exigen tener un porcentaje elevado de personal eventual en las instalaciones». Según los cálculos de la propia empresa, las necesidades de contratación están actualmente entre 20 y 30 personas por semestre, aunque dada «la situación geopolítica actual y la versatilidad de nuestros productos en situaciones de conflicto, debemos considerar la necesidad de ampliar las necesidades formativas del año 2024-2025, situándolas en torno a las cien personas».
Fueron la necesidad de incorporar personal cualificado y la dificultad para encontrarlo los argumentos que la familia Sierra esgrimió ante el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, cuando acudieron a pedir la ayuda de la Administración autonómica para su proyecto. «Hai uns meses prevían que terían máis carga de traballo e non tiñan xente suficiente para atendela. Bendito problema!», explicó el presidente, que señaló que para solventar el problema, su Gobierno abrazó el proyecto de una escuela que permitirá a Urovesa disponer de la plantilla que necesita para poder seguir «competindo cos mellores, e gañando».
De esta forma, con el apoyo de la Xunta, Uro Intrac ofrece una formación reglada y reconocida oficialmente, un título más que las personas que completen el programa formativo podrán incluir en sus currículos, donde sin duda será una referencia tenida en cuenta.
La primera promoción ya ha completado los dos meses que dura una formación que es eminentemente práctica. La segunda ya ha comenzado a andar ese mismo camino. En ambos casos, los cursos están centrados en materias como carrocería, mecánica y electricidad, todas ellas orientadas a las específicas necesidades de los vehículos especiales de alta movilidad fabricados por Urovesa. Quizás la próxima actividad que se convoque esté especializada en pintura, según explicó Justo Sierra.
Los integrantes de la primera promoción formada en Uro Intrac también tomaron la palabra en el acto. Por ellos habló una de las dos únicas mujeres que forman parte del grupo, quien reconoció que para ambas había sido «todo un reto» adentrase en un territorio laboral tan masculinizado. Tras dos meses, asegura «haber encontrado unos grandes compañeros».