Valentín Dámaso, amigo del club desde hace años, ha respondido desde Las Palmas a la llamada de ayuda del equipo de rugbi pagando la licencia de uno de sus jugadores
05 nov 2015 . Actualizado a las 05:05 h.El Os Ingleses Rugbi Club estaba ayer muy cerca de asumir la aventura en la que la crisis de la mutualidad ha convertido el simple hecho de inscribir un equipo sénior o Sub-18 en competición gallega. Con un incremento brutal en el coste de las fichas de los jugadores, de 9.000 euros en el global del medio centenar de rugbieres vilagarcianos afectados, para disponer de un seguro médico con el que poder jugar a su deporte. Y si el Os Ingleses R.C. estaba ayer muy cerca de aceptar el reto de elevar de golpe un 25% su más que modesto presupuesto anual, es por la respuesta de gente como Valentín Dámaso Martín. Un vecino de Las Palmas que nada más enterarse de la delicada situación de la entidad, pidió a su presidente, Fito Brea, un número de cuenta para sumarse a la campaña Apadrina un inglés. Fue el pasado sábado. Ese mismo día el club recibía la transferencia de los 325 euros que permitirán, franquicia médica de 170 euros al margen, diligenciar la licencia federativa a uno de sus jugadores.
«Me enteré por Facebook de la situación del club, y de la campaña. Vi la oportunidad de ayudar a unos amigos, y no me lo pensé», relata desde Las Palmas Valentín. Y es que el canario no es, ni mucho menos, un extraño. Se trata de «un amigo del club de toda la vida», explica Fito Brea. Una relación que nació hace dos décadas, en los inicios del Os Ingleses R.C. Cuando el vilagarciano y rugbier del equipo Laureano Rey, Tano, se fue a hacer el servicio militar a las Islas Afortunadas, y buscando equipo, encontró en el C.R. Las Palmas al que es hoy uno de sus mejores amigos, y padre de su ahijado canario.
La relación con Tano llevó a Valentín a empezar a visitar con frecuencia Galicia, y hasta a movilizar, ya como integrante del XV del Fósil, el conjunto de veteranos del C.R. Las Palmas, a su club para jugar varios amistosos en Vilagarcía con el homólogo del Os Ingleses. Dámaso incluso lució la elástica arousana frente a los veteranos del CRAT, en una ocasión en la que sus gestiones para volver a llevar al cuadro insular fracasaron a última hora y se sintió en la obligación de cumplir en nombre de su club viajando él a un partido pensado de inicio como triangular.
De cuando solo pedían un campo
«Iba a hacer socia a toda mi familia, pero cuando vi la posibilidad de apadrinar a un jugador no lo pensé. Tengo una gran amistad con la gente del Os Ingleses. Desde cuando peleaban por tener un campo decente en el que jugar», comenta Dámaso. Por ello, cuando llamó a Fito Brea para preguntar y este le dijo «?Hombre, hazte socio, que es más barato?» pensando en su economía, no lo dudó.
Paje en la cabalgata de Vilagarcía y escolta de San Roque el día del patrón
La profunda amistad que une al canario Valentín Dámaso con la pequeña gran familia del Os Ingleses R.C. prendió pronto, y germinó robusta, para no dejar de crecer en estos últimos más de 20 años. Y las pruebas de ello no pueden ser más gráficas.
«He estado en la Cabalgata de Reyes ayudando al club vestido de paje. Y dos veces escoltando al santo en la procesión de San Roque», recuerda. Colaboración con el club gallego, y al mismo tiempo, la más palmaria demostración del afecto que este último le profesa, haciéndolo partícipe de dos de las acciones sociales con mayor tradición de entre las que desarrolla el Os Ingleses R.C. más allá de su actividad deportiva.
La amistad con Tano descubrió a Valentín el club arousano y Vilagarcía. Pero también una Galicia de la que, confiesa, tanto su mujer como él se enamoraron a primera vista. Quizá por ello el padrino de un inglés se decidió a pedirle en matrimonio a su compañera de vida en la Praza do Obradoiro. Y que ella volara en su día a ayudar como voluntaria para borrar las negras huellas del Prestige en la costa gallega.
Su trabajo como conductor de autobús le ha impedido volver a Vilagarcía en los últimos 4 años. Es por ello que el Os Ingleses le mandará una foto de su ahijado deportivo. El club, dice Brea, todavía no ha decidido su nombre. Será, por petición de Valentín «el jugador que más necesitado esté» para pagar la onerosa licencia.