Crónica del concierto de Café Quijano en el Auditorio de Vilagarcía
05 jun 2016 . Actualizado a las 19:11 h.Decía Raúl Quijano el día anterior que no se cansan de "La Lola", que en sus conciertos les gusta hacer este guiño a su pasado musical. Lo que no desveló es si La Lola iba a estar en Vilagarcía, y estuvo. Se lo deben. Es, junto a su madre y sus novias, la otra mujer importante de sus vidas, la que los encumbró en esto de ser artistas cuando vestían chupas de cuero y tocaban la guitarra eléctrica. Café Quijano lleva ahora esmoquin y canta boleros pero, quién dice que los dramones de "Lo que tuvo que ser " y "Te matan los celos" estén reñidos con los sonidos canallas de "La taberna del Buda" y "Nada de na". Manolo, Raúl y Óscar demostraron en el concierto que ofrecieron anoche en Vilagarcía que están al servicio de la música, más allá de estilos y tendencias. Se iniciaron siendo niños escuchando los boleros que les ponía su padre, evolucionaron hacia el pop y han vuelto a sus orígenes, haciendo así "su sueño " realidad. Pero Café Quijano no sólo cantó y tocó. Manolo obsequió al personal con largas y profundas parrafadas sobre esas cosas del amor y desamor que inspiran sus canciones. Y así supimos que tuvo tres novias a la vez y que una de ellas era de Cambados, aunque este último detalle sonaba más a licencia del espectáculo que a una de esas "verdades" que, dijo, vino a contar al público arousano. Fueron dos horas de concierto que se quedaron en dos horas y media gracias a los cinco canciones que regalaron en un bis con el público en pie. Las entradas a 35, 30 y 25 euros no fueron un impedimento para llenar casi las más de 700 butacas del auditorio. A Café Quijano se le vio feliz.