El sospechoso de atracar una gasolinera en Vilagarcía poseía un fusil de asalto y dos pistolas

VILAGARCÍA DE AROUSA

La Policía Nacional lo detuvo en Vilanova antes de que volviese a actuar y halló en su domicilio munición y armas de fuego reales
23 ene 2023 . Actualizado a las 21:21 h.Sucedió el 20 de diciembre, en vísperas de las fiestas navideñas. Un individuo se presentó en la gasolinera que la compañía Galp gestiona en Rubiáns, en Vilagarcía de Arousa, cuando el sol ya había caído. Con un aplomo sorprendente, encañonó al único empleado que entonces atendía la estación de servicio y se llevó cuanto dinero en metálico había en el establecimiento, 1.100 euros, para marcharse como llegó: a pie hasta que cruzó la carretera y se introdujo en el vehículo que previamente había estacionado. Cuatro semanas de investigaciones acaban de conducir a la detención del presunto autor de los hechos, a manos de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía en la capital arousana. Su arresto despejó una de las dudas que habían surgido en los primeros momentos tras el atraco: si el arma que portaba era o no real. La respuesta es afirmativa. Y contundente, además.
Las pesquisas permitieron a la policía identificar a un hombre como principal sospechoso de haber perpetrado el robo con violencia. Tras localizarlo y detenerlo en Vilanova de Arousa, los agentes accedieron a su domicilio, que registraron a fondo. Dieron, así, con un modesto pero peligroso arsenal compuesto por un arma detonadora que había sido modificada para disparar, una pistola de metal con cargador de bolas de plástico, un fusil de asalto y un maletín con carga de bolas de rifle. En las mismas dependencias, hallaron la indumentaria que el sujeto había utilizado el día del atraco. Sin ir más lejos, la sudadera cuya capucha empleó para ocultar su rostro. La pistola con la que amenazó al empleado de la gasolinera era capaz de disparar cartuchos de 9 milímetros Parabellum.
Una prioridad absoluta
Aunque el sujeto no llegó a agredir al operario de la estación de servicio, la Policía Nacional sospechó desde los primeros compases de la investigación de la posibilidad de que poseyese armas reales y fuese verdaderamente peligroso. Su localización y detención, a fin de evitar que repitiese un asalto de estas características, con el riesgo de que acabase abriendo fuego, constituyó una prioridad absoluta para el equipo del inspector jefe de Vilagarcía, Luis Hombreiro.