El Arousa presiona al Deportivo Fabril con un discreto triunfo sobre el colista

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Pacheco, a saque de córner, firmó el solitario gol de la victoria en el minuto 17

01 abr 2023 . Actualizado a las 23:26 h.

El Arousa firmó en la noche de este sábado un discreto triunfo sobre un descendido CD Choco con las garras muy cortas a pesar del oficio de parte importante de su plantilla. Tres puntos que, no obstante, alimentan el sueño de atrapar in extremis a un Deportivo Fabril que en la mañana del domingo reciba a la UD Ourense.

No tenía nada que perder el Choco en A Lomba. Realmente, al Choco no le queda nada ya que defender en la Tercera RFEF, tras llegar a Vilagarcía descendido a Preferente. Una circunstancia que lo hizo más peligroso para los de Luisito Míguez. Con un plantel plagado de jugadores curtidos y con pedigrí en la categoría a los que, por lo visto, se les presuponía bien un notable amor propio, el conjunto redondelano saltó al césped a intentar dominar el cuero y llevarse con juego y argumentos una victoria de prestigio de Vilagarcía con la que poder endulzar el todavía largo sorbo amargo que le queda por digerir en este último mes de campeonato. Siendo que al Arousa no le vale ya otra cosa más que ganar todo lo que le queda por delante y aguardar una debacle del Deportivo Fabril, la pelea por el cuero estaba servida.

El partido arrancó así con una sucesión de idas y vueltas, en las que los remates fueron cayendo a cuentagotas a ambos lados del rectángulo de juego. Un cabezazo de Sylla despejado por un defensa. Un centro lateral de Caramés a las manos de Manu Táboas por respuesta. Un disparo de Sylla desviado a córner, con Cortegoso incapaz de atrapar un cómodo balón colgado dando pie a un flojo cabezazo de Abel Suárez. Y otra réplica redondelana, con Ube lanzando un misil intercontinental conectando su pierna con un balón defectuosamente despejado a 30 metros del área de Manu Táboas, quien tuvo que volar literalmente para evitar que el esférico se colase por la escuadra. La siguiente resultó mortal de necesidad para el Choco.

Cortegoso tuvo que aplicarse para mandar a córner una falta frontal ejecutada por Abel Suárez. En el saque de esquina, Pacheco fue el más listo de la clase, metiendo el pie en el corazón del área para formar un ángulo de 90 grados perfecto con la portería visitante. El balón avanzó sin que ninguna de las extremidades en movimiento entre la maraña de jugadores agolpados en la trayectoria hacia la meta del Choco interrumpiese el avance del cuero. Corría el minuto 17 de partido.

A partir de ahí, el guion no cambió demasiado. El Arousa mostró más control de la situación, dando sensación de mayor peligro aún sin muchos más remates en su cuenta hasta el descanso. El más contundente, el que Sylla firmó con un defensa pegado en un centro lateral de Julio Rey que Borja Míguez dejó pasar; Cortegoso, encima de la acción, atrapó bien.

Un saque de falta por banda izquierda de Ube que se paseó por el borde del área pequeña de Manu Táboas sin rematador y un disparo cruzado de Anxo Vilas en el primer metro del lateral izquierdo del área grande arlequinada, que se fue rozando el travesaño, fueron las tímidas respuestas del Choco al 1-0.

La segunda parte arrancó con un único movimiento en los banquillos. David Pérez cambiaba central por central, dando entrada a Iago Vázquez por Álex Fernández después de que este sufriese un codazo en la cabeza en el tramo final de la primera parte.

La cosa pintaba a más de lo mismo. A los dos minutos de la reanudación, Sylla se daba la media vuelta para conectar en el área un balón centrado al segundo palo, que atrapó Cortegoso. Dos minutos después, Comis quedaba a centímetros de empalmar con el cuero enviado por Ube en falta botada desde el carril izquierdo al rectángulo chico de los dominios de Manu Táboas.

Un disparo de Borja Míguez en carrera finalizando una contra y un cabezazo en la acción siguiente de Sylla fueron anulados sin apuros por el guardameta visitante antes de hacer lo propio con un tiro sin demasiada potencia del punta senegalés. Entremedias, Adri pedía sin éxito penalti en su caída nada más rebasar el paso fronterizo de la media luna. Y en estas llegó una de esas acciones que levantan gradas y encumbran a porteros. Con Brais Pedreira asistiendo en el minuto 59 al punto de penalti a Iñaki Martínez para ensayar libre de marca, topándose con las manos prodigiosas de Cortegoso.

A partir de ahí, la cosa se enfrió. Y los ánimos de Luisito Míguez se calentaron. Desesperado ante la visión de un marcador abierto y posesiones alternas, el técnico arlequinado cambió de golpe toda su línea de ataque a 17 minutos del final. Fajardo, Álex Rodríguez y Hugo Losada relevaron a Iñaki Martínez, Sylla y Borja Míguez, con Brais Pedreira adelantado a la media punta. Pero lo más cerca que estuvo de surtir efecto el triple cambio fue el pase de la muerte que Hugo Losada le entregó a Álex Rodríguez en el 83, con un defensa blocando el cuero, y en el disparo tres minutos después de Hugo Losada con un rival encima, asistido por Brais Pedreira y Cortegoso de aguafiestas. Sin embargo, lo que la pizarra de Luisito no ató lo hizo el peso del crono y la candidez del Choco.

FICHA DEL PARTIDO:

AROUSA (1): Manu Táboas, Brais Pedreira, Cotilla, Pacheco (Carús, min 66), Martín Sánchez, Abel Suárez (Brais Vidal, min 56), Javi Sandá, Julio Rey, Iñaki Martínez (Hugo Losada, min 73), Sylla (Álex Rodríguez, min 72) y Borja Míguez (Jorge Fajardo, min 72).

C.D. CHOCO (0): Cortegoso, Toni, Anxo Vilas, Eli, Álex Fernández (Iago Vázquez, min 46), Ube, Samu Vilariño (Hugo, min 81), Caramés (Ronald, min 61), Comis, Diogo y Adri. 

GOL: 1-0, min 17: Pacheco.

ÁRBITRO: David Pereira Ferreiro (Colegio de Lugo). Amonestó a los jugadores locales Cotilla, Abel Suárez y Javi Sandá; y a los visitantes Álex Fernández, Eli, Ube, Adri, Comis y Anxo Vilas.

INCIDENCIAS: Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio en recuerdo de José Antonio Buján Vázquez, exdirectivo del Arousa y creador de diablo rojo que acompañó a tantos partidos a la hinchada arlequinada.