Un barrio de Vilagarcía presenta el árbol de Navidad más pequeño del mundo: mide diez veces menos que el diámetro de un pelo
VILAGARCÍA DE AROUSA
Un grupo de científicos de un laboratorio holandés quiso continuar el camino que inició el año pasado la artesana Marián García, que hizo para O Piñeiriño un abeto de dos centímetros
07 dic 2024 . Actualizado a las 14:10 h.El barrio de O Piñeiriño, en Vilagarcía, vuelve a estar en el foco mediático tras un inesperado cruce entre arte local y ciencia de vanguardia. Si el año pasado el vecindario sorprendió al país con el árbol de Navidad natural más pequeño de España, de apenas dos centímetros de altura, este año la hazaña va mucho más lejos: un árbol navideño diseñado y fabricado por científicos, que mide diez veces menos que el diámetro de un cabello humano.
La historia comienza con Marián García, artesana local que en las pasadas Navidades creó un árbol de dos centímetros de altura con ingenio y paciencia. Su obra cautivó a medios de toda España, poniendo a O Piñeiriño en el mapa de la creatividad navideña. Pero lo que nadie esperaba es que aquella hazaña alcanzara eco internacional.
En Maastricht, Holanda, un grupo de científicos del laboratorio MERLN comentaba el curioso logro vilagarciano durante su comida de Navidad. Entre ellos se encontraba Adrián Seijas Gamardo, un investigador santiagués emigrado para desarrollar su carrera en el extranjero. Movido por el orgullo y el desafío, Seijas aseguró que él y sus compañeros podían superarlo. Con esa idea, y aún con el café en la mano, Adrián y su colega Elisabetta se lanzaron al reto.
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El dúo científico diseñó el árbol en un portátil, cuidando cada detalle: estrella, bolitas y la estructura completa. Luego se dirigieron al laboratorio y utilizaron una máquina de polimerización por dos fotones, una tecnología que permite fabricar estructuras microscópicas con altísima precisión. En apenas dos minutos, el diminuto árbol estaba listo.
Para confirmar su éxito, lo colocaron bajo un microscopio electrónico, ya que ni una lupa ni un microscopio convencional podían captar su diminuto tamaño. Allí estaba: un árbol navideño perfecto, con un tamaño tan reducido que desafía la imaginación, consolidándose como el más pequeño del mundo.
Desde el primer momento, Adrián Seijas tuvo claro que este árbol debía estar en O Piñeiriño. Contactó con la asociación vecinal Breogán para hacer realidad su idea de unir las dos creaciones. Así, el árbol microscópico viajó desde los laboratorios de Maastricht hasta O Piñeiriño, donde ahora se exhibe junto al árbol de Marián García, formando un contraste entre la tradición artesanal y la innovación científica.
El proyecto pone de manifiesto la conexión entre talento local y global. Por un lado, Marián García demostró cómo la imaginación puede transformar los recursos más modestos en algo extraordinario. Por otro, Adrián Seijas y su equipo reivindican el potencial de la ciencia para sorprender y emocionar.
Este singular encuentro entre el arte y la ciencia ha convertido a Vilagarcía en un referente navideño único. Y es que, aunque las dimensiones del árbol sean microscópicas, su impacto es enorme.