El tercer empate consecutivo en su feudo sitúa al Arousa como el octavo anfitrión más frágil de la Liga, condición que lastra sus opciones de alcanzar el título
07 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Dice una de las máximas del fútbol que cualquier equipo que aspira a ganar una liga tiene, por fuerza, que convertir su terreno de juego en un fértil granero de puntos con portones blindados frente a sus visitas. La clasificación del grupo gallego de la Tercera RFEF se dibuja, a día de hoy y a falta de una jornada para la conclusión de la primera vuelta, como un buen ejemplo de ello. Porque si el campeonato regular hubiese concluido el pasado sábado, con la disputa del partido aplazado entre el Arousa y el CD Boiro que quedaba pendiente del 2024, la UD Ourense sería campeona con 35 puntos asentados en buena medida sobre sus extraordinarios modos como anfitrión: 6 victorias, 2 empates y compartiendo con el Noia la condición de únicos invictos en sus respectivos campos. El Arousa, con 31 puntos, debería conformarse con un segundo puesto sin el premio del ascenso directo, lastrado ya no tanto por su dramático arranque de Liga, con tres derrotas en otros tantos primeros partidos del calendario, como por sus pobres números en el estadio municipal de A Lomba, consolidados tras el empate del pasado sábado ante el rival de Barbanza.
Tras haber disputado la misma cantidad de encuentros como local, ocho, que todos sus rivales a excepción del Racing Vilalbés, con siete, y el Barbadás, con nueve, el Arousa presenta la octava peor tarjeta de inquilino del grupo gallego de la Tercera RFEF: dos victorias, cuatro empates y dos derrotas. Estas últimas, las cosechadas en el preocupante inicio de Liga ante dos conjuntos en estos momentos adversarios directos por el título y las cuatro plazas de promoción a Segunda RFEF, la Sarriana, en la jornada inaugural (0-1), y el CD Noia, en la tercera (0-2).
Los cuatro empates convierten al Arousa en el rey de las igualadas en campo propio. El primero, ante otro de los seis primeros clasificados y, en la actualidad, equipo a batir, la UD Ourense, que salió de A Lomba con un valioso 0-0 en la séptima jornada, justo antes y después de los dos únicos triunfos del cuadro de Míchel Alonso en Vilagarcía hasta el momento: 3-0 sobre el Polvorín en la quinta jornada y, con idéntico marcador, frente al modesto Valladares en la décima. Desde entonces, el Arousa no ha dejado de perder savia, sangrando a borbotones de a 2 puntos ante contrincantes de clase media: 2-2 con el Gran Peña (jornada 14), 2-2 ante el Silva (jornada 16) y 1-1 ante un renacido Boiro, al que el conjunto arlequinado habría cogido en plena depresión de haberse disputado su partido en la jornada 12, como marcaba el calendario, y no tras la 16 y justo antes del regreso oficial de la Liga del parón navideño después de ser aplazado el choque en su día por un temporal.
La gran asignatura del gol
Los 10 puntos del Arousa como local contrastan con los 21 que ha reunido en sus otros tantos ocho desplazamientos a campos rivales, fruto de siete victorias y una única derrota, convirtiendo a los de Míchel Alonso en el mejor equipo visitante de la Liga. Un contraste que no resulta difícil de entender cuando miramos al casillero de goles a favor y en contra, con una relación de 11-8 en el caso de los partidos del Arousa en A Lomba, frente al imponente 19-9 como visitante. Números que todavía podrían desnivelarse más este domingo, tras el desplazamiento del cuadro vilagarciano al Campo Municipal do Morrazo para medirse al Alondras (16.30 horas).
Mejorar las prestaciones en campo propio se antoja, pues, determinante para el conjunto arlequinado en la segunda vuelta de cara a alcanzar el objetivo del título y sus dos premios añadidos: el ascenso a Segunda RFEF y una plaza en la primera ronda de la Copa del Rey 2025/26.
Una resonancia a finales de semana desvelará cuán grave es la lesión de Torrado
El empate ante el CD Boiro dejó heridas en el Arousa más allá de los dos nuevos puntos volatilizados en A Lomba. El entrenador arlequinado, Míchel Alonso, se veía obligado a sustituir por lesión a sus dos principales motores de ataque, Carlos Torrado y Álex Compa. Y es probable que ninguno de los dos esté disponible este domingo en Cangas.
Carlos Torrado será sometido a finales de semana a una resonancia en el tobillo que se le quedaba clavado al ejecutar un pase en el arranque de la segunda parte, una vez le baje la inflamación en la zona dañada. Por su parte, hoy se valorará el estado de la rodilla que Álex Compa, pichichi de la Liga, se dañó al cuarto de hora de la segunda parte del derbi.
Abalo disfruta de la Supercopa en Arabia agraciado por un sorteo de la RFEF
El presidente del Arousa, Manolo Abalo, partía ayer a las cinco de la tarde desde el aeropuerto madrileño de Barajas con destino a la ciudad saudí de Yeda. Lo hizo como parte de la amplia delegación institucional del fútbol español y como representante de uno de los 46 clubes del fútbol no profesional del país agraciados en el sorteo organizado por la RFEF de otras tantas plazas para asistir esta semana a los seis días de actos y partidos de la Supercopa de España en Arabia Saudí. Una apuesta que, dijo Abalo poco antes de subirse al avión, supone «un recoñecemento ao traballo que fan as directivas dos clubs modestos».