
Crónica | De concierto en Noia Aunque se subieron al escenario una hora más tarde de lo previsto, el dúo zaragozano consiguió que miles de personas corearan y aplaudieran sus canciones
25 ago 2003 . Actualizado a las 07:00 h.?on un directo arrollador y una entrega total, Amaral logró superar el reto que se había impuesto la comisión organizadora de las fiestas de San Bartolomeu, llenar el patio del Instituto Campo de San Alberto y hacer vibrar a los presentes, a pesar de que los prolegómenos del concierto eran poco esperanzadores. Y es que entrar en la villa noiesa la noche del domingo suponía tragarse una interminable caravana de vehículos y dar varias vueltas en busca de aparcamiento. Por si fuera poco, conseguido este primer objetivo, una segunda cola, aunque en este caso de personas, se prolongaba alrededor del recinto del concierto. Para colmo, un cartel anunciaba a los fans de Amaral que su aparición en el escenario se retrasaría una hora por problemas técnicos. Y así fue, ya pasaba de las doce y media cuando comenzaron a sonar los primeros compases de Como Nicolas Cage en Living Las Vegas . Con una guitarra rosa en la mano, Eva Amaral fue recibida por los noieses con un fuerte aplauso. Un par de temas después, la zaragozana se dirigía al público por primera vez para disculpase por el retraso que, según explicó su hermano a la prensa antes de iniciarse la actuación, se debió a la organización, puesto que el grupo estaba listo para salir a escena a la hora prevista. Pero, para agradecer la espera, la cantante anunció su intención de recompensar a los miles de presentes, y sin duda lo consiguió. Durante la hora siguiente, los asistentes corearon y aplaudieron sin cesar temas como Te necesito , Moriría por vos o Estrella de mar , que da nombre al último álbum del grupo. Amaral también hizo un repaso de los temas más conocidos de su disco anterior, Una pequeña parte del mundo y, al igual que en todas sus actuaciones, interpretó Rosita . Tras un intento de dar por concluido el concierto, los gritos del público llevaron a Eva Amaral, Juan Aguirre y sus músicos a regresar para entonar dos de las canciones más exitosas: Quiero que nos subamos al cielo y Sin ti no soy nada , con las que pusieron fin a su paso por la villa noiesa. La nota curiosa de la jornada la pusieron los miembros de una peña que sigue al grupo en todas las giras que realiza por Galicia y que le lanzaron un limón de plástico con la fecha y el lugar del concierto. Otro colectivo de seguidores le entregó una pancarta que Eva Amaral dejó sobre un escenario que no paró de vibrar durante casi dos horas con la fuerza que puso la zaragozana.