«Ribeira perdió algo de fuelle en lo económico, pero ganó en lo cultural»

La Voz

BARBANZA

Luchador infatigable, el empresario fue socio fundador y primer presidente de la patronal ribeirense

12 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Toni Longueira Está a punto de cumplir 65 años, edad en la que el Estado diferencia entre la persona que cotiza a la Seguridad Social o que cobra de ella. Pero conversando con Cipriano Paz Pérez (Artes, 1944) uno percibe que está hablando con alguien que sigue con atención todo lo que sucede en el ámbito empresarial de Barbanza y, sobre todo, de Ribeira, una ciudad por la que siente una devoción especial.

Cipriano Paz es el menor de cuatro hermanos. Después de cursar primaria en la escuela de Artes, pasó a estudiar primero de bachillerato en Santa Uxía para, posteriormente, formarse en Humanidades en el seminario de Belvís. Después de pasar la reválida en Pontevedra, se licenció en Comercio en Vigo. Casado con Pepita desde 1964, es padre de ocho hijos.

Sus inquietudes de emprendedor le llevaron a ser uno de los socios fundadores y primer presidente de la Asociación de Empresarios de Ribeira, un cargo al que estuvo vinculado en tres etapas diferentes. También participó en la adquisición del local que la entidad posee en la calle Rosalía de Castro y fue uno de los impulsores del polígono empresarial de Xarás.

«Pese a que el municipio era la cabeza de comarca, solamente había una actividad productiva en la que se destacaba, y era la pesca. Y eso se traducía en escasos ingresos para las arcas municipales a través de los impuestos». Cipriano Paz añade: «Nosotros no fuimos capaces de diversificar esta fuente de ingresos, aunque lo intentamos de verdad».

Proyectos

Como presidente de la patronal ribeirense, Paz Pérez y su junta directiva intentaron poner en marcha diversas iniciativas empresariales, muchas de ellas pioneras en su momento. «Planteamos la posibilidad de que el puerto se convirtiera en una terminal de contenedores como lo eran los de Vigo o A Coruña. Además, quisimos promover un polígono de ocio, como una forma de potenciar la actividad hostelera en la localidad sin que los vecinos perdiesen calidad de vida». La radiografía que hace Cipriano Paz Pérez de Santa Uxía en las últimas dos décadas puede resumirse en una frase: «Ribeira ha perdido algo de fuelle en lo económico, pero ganó en lo cultural».

Futuro prometedor

Sobre el futuro, el fundador de la patronal ribeirense cree que el municipio goza de buena salud económica, «ya que el empresariado de Ribeira ha demostrado siempre su capacidad para superar las dificultades que le han surgido».

Pone como ejemplo la crisis que sufre el ámbito de la construcción: «Es cierto que el sector del ladrillo no atraviesa por su mejor momento, pero ya se han vivido épocas peores, como las acaecidas a mediados de los 90, y también se salió adelante. Y ahora las cosas no van a ser diferentes».

Pero no todo son balances económicos y números en la vida de Cipriano Paz. El ocio también juega una parte importante en su vida. La pesca y echar unas partidas a la escoba con sus amigos y familiares son dos de sus grandes pasiones, «aunque reconozco que no tengo mucha suerte con las cartas; y con la pesca, qué le voy a contar, cuando cojo algún pez es porque ya se aburrió de regatear el anzuelo».

Amante de todo lo que representa Ribeira -una gran fotografía de la ciudad realizada en los años 60 preside el despacho de la ferretería que regenta, conjuntamente con una imagen de su padre-, reconoce que Coroso representa su gran debilidad. «En esta playa mi padre montó el aserradero y viví de alquiler cuando me casé con 19 años y ahí resido ahora. También es el lugar elegido cuando salgo de pesca con mi lancha», aseveró Paz.