El viaje que ahora hacen los conductores por el vial de Santa Cruz pobrense, la carretera que va desde Colo da Arca a Aldeavella y que, por ejemplo, conduce a las piscinas naturales del Pedras, es totalmente distinto a la odisea que tenían que vivir hace meses. ¿Por qué? La Diputación de A Coruña le ha cambiado la cara a la infraestructura. Y, como ayer destacó el presidente del gobierno provincial, lo hizo de forma rauda y veloz gracias a una cuestión: la colaboración de los vecinos que tienen terrenos, cierres o incluso casas pegadas a estos dos kilómetros de trazado.
Desde Virxe do Monte, rodeado de diputados provinciales como Bernardino Rama, Rosana Pérez y Caridad González, de numerosos concejales y, por supuesto, del alcalde, Isaac Maceiras, el presidente de la Diputación habló claro. Dijo que hace ahora veinte meses había visitado A Pobra para dar a conocer el proyecto de reforma de la carretera. Y que, en aquel momento, no dudó en advertir a los vecinos: «Díxenlles que se cedían os terreos as cousas irían rápido, e que se nos tiñamos que meter con expropiacións todo se ía complicar». Los residentes tomaron nota.
La colaboración vecinal fue excelente y los resultados saltan ya a la vista. La carretera cuenta ahora con nueve metros de ancho -en algunas zonas solo pudo llegarse a seis-, arcenes y canalizaciones nuevas. Entre saneamiento y mejora del trazado, se consumió casi un millón de euros.
Parques infantiles
El regidor, Isaac Maceiras, fue quien se encargó de destacar el considerable presupuesto que aportó la Diputación. Luego, el mandatario anunció que el lunes también se dará comienzo a una actuación en O Castelo: va a remodelarse el parque infantil que hay en esta zona.
En realidad, según lo dicho por el alcalde, se trata de un ambicioso plan para mejorar las áreas de juego y disfrute infantil en todas las parroquias del municipios. Maceiras agradeció tanto la colaboración de la Diputación como de la Xunta. «Aquí tes o teu pobo e a un amigo», le dijo a Fernández Moreda.