
Los participantes en la ruta de senderismo larga descubrieron la belleza natural de Barbanza
21 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Respiraron aire limpio e hicieron grandes amigos en el camino. Mereció la pena madrugar en sábado y calzarse las deportivas para descubrir todos los recovecos de la naturaleza barbanzana. MultiVoz dio un empujón a los más perezosos y les descubrió la belleza que rodea esta tierra, todavía desconocida para muchos vecinos que no han sentido el placer de empaparse del verde de estos montes. La ruta de senderismo larga fue mucho más que un recorrido para quienes disfrutan haciendo ejercicio al aire libre. Fue un ejemplo de superación y de compañerismo, porque en las subidas más difíciles siempre había alguien que tendía una mano para ayudar a avanzar. Más de veinte kilómetros de emoción.
El camino se dividió en cuatro tramos: A Silva-Soutoredondo, Soutoredondo-Vilacoba, Vilacoba-Cabanetán y vuelta al inicio. Más de veinte kilómetros de subidas y bajadas acompañadas de una única banda sonora: el ruido de los pájaros y el romper del agua de las impresionantes cascadas que se repartían por el recorrido. Precisamente, las inmediaciones del río Vilacoba y San Xusto fueron dos de los parajes que más llamaron la atención a los caminantes. También el monasterio de Toxosoutos, objetivo de muchos disparos de cámara.
Desde puntos inimaginables del territorio gallego llegaron a Lousame los senderistas más intrépidos. Hubo quien, incluso, se disponía a participar en otro recorrido el mismo día en el que se celebró MultiVoz.
Teresa Teira, una vecina del municipio vecino de Rois, aseguraba estar encantada con el desarrollo de esta prueba y emocionada con los paisajes. Aunque había estado en Lousame en otras ocasiones, nunca lo había visto de ese modo.
Entre bambalinas
Como si de un gran espectáculo se tratase, en MultiVoz nada se dejó a la improvisación. La organización trabajó a destajo para que todo estuviera en orden cuando llegó el momento de dar el pistoletazo de salida a los participantes. En el caso de la ruta de senderismo larga, el esfuerzo entre bambalinas no fue baladí.
Dos personas hicieron el recorrido corriendo una hora antes de que comenzaran a llegar los senderistas para velar por su seguridad y comprobar que todas las señalizaciones estaban en su sitio. Hubo que prestar especial atención en aquellas zonas que estaban resbaladizas. Aunque la lluvia no abandonó la comarca las vísperas de MultiVoz, como si fuera cosa de magia escampó para el gran día.
Una cita con la historia
No solo ambiental es la riqueza de este recorrido. Los caminantes se encontraron de bruces y casi sin darse cuenta con restos de la historia, como las antiguas fábricas de papel. Entre ellos compartían impresiones y entablaban relaciones que quizá sean duraderas.
Hubo, sin embargo, quien decidió hacer el camino en soledad, reflexionando y tratando de dejar atrás las penas. Los más mayores lo vieron como una forma de superación.