Los «chicarrones» del Multivoz

María Hermida
María Hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

SIMÓN BALVÍS

Sudaron la camiseta para recorrer 41 kilómetros con sus bicicletas

25 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Multivoz convirtió, el sábado pasado, el entorno deportivo de A Silva en un auténtico hervidero. De ahí salieron todas las rutas de la actividad con la que La Voz de Galicia cerró la celebración de su 25 aniversario en Barbanza. A primera hora de la mañana, cuando los ruteros recogían sus dorsales, quienes más llamaban la atención eran los participantes en el recorrido de BTT. ¿Por qué? Su buena forma física es evidente. Son unos auténticos chicarrones. Y para muestra, el coordinador de la ruta, Germán, que con su talla y su voz fuerte no pasa desapercibido fácilmente.

Esa buena forma la demostraron enseguida los ciclistas, que recorrieron 41 kilómetros sin apenas despeinarse. Y que fueron de los primeros en aparecer de nuevo por A Silva, con el recorrido ya encima de sus cuerpos. Atrás dejaron senderos llenos de barro, zonas en las que más que subir con las bicis tuvieron que escalar, tramos llenos de agua... Pasaron por sitios como el monasterio de Toxosoutos, donde en unos segundos les dio tiempo de ver la espectacularidad del edificio.

Aunque la prueba no era de carácter competitivo, sí hubo una rivalidad sana entre los participantes, que apenas se pararon en los puntos de avituallamiento para intentar llegar cuanto antes a A Silva. Alejandro, de Lousame, fue uno de los que logró colocarse a la cabeza del pelotón. Así hablaba minutos después de terminar el recorrido: «Levouse ben, ten algún tramo algo complicado pero nada que non se poida superar», afirmaba el muchacho.

Algunos profesionales

Alejandro explicaba que muchos de los participantes, llegados de distintos puntos de Galicia, acuden a pruebas profesionales o semiprofesionales, de ahí que acabase habiendo algo de competición.

Otros participantes destacaron lo que puede ser un resumen de todas las rutas ofrecidas por Multivoz: el placer que supone hacer un recorrido con el verde barbanzano como testigo de honor. Así lo señalaban, por ejemplo, Domi, Rami y Lucía, sentados ya a la mesa en el pabellón de A Silva. Sí. Porque los ciclistas, al menos los reunidos el sábado en Lousame, de subir montañas entienden, pero de luego compensar el esfuerzo a base de una buena paella también: «Home, agora a gozar disto», señalaba Domi, que es de Noia. A otros les tocó esperar un poco para descansar. Germán, el coordinador, hizo de camarero antes de probar la paella de confraternidad.