
Cerca de 200 personas ayudaron en la organización y garantizaron la protección de los participantes
03 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Multivoz no sería posible sin dos cosas fundamentales. La primera es el apoyo incontestable de los barbanzanos, que de forma masiva volvieron a sumarse a una nueva edición de esta actividad organizada por La Voz y el Concello de Lousame. La segunda son las personas que formaban parte de la organización y los responsables del equipo de seguridad, integrado por decenas de voluntarios de Protección Civil y varias patrullas de la Guardia Civil, Tráfico y Policía Autonómica. Para estos últimos, Multivoz, más que una fiesta de ocio y naturaleza, es una responsabilidad al estar bajo su mando la seguridad de la cita. Por eso, es de agradecer la profesionalidad que mostraron desde mucho antes de que los participantes tomasen la salida en el colegio de A Silva.
El responsable de la agrupación de Protección Civil de Ribeira, Francisco Sánchez, que suma años de experiencia en operativos como este, decía ayer que todo salió bien: «Solo hubo que lamentar lo mismo que suele suceder en eventos como este, y es que algunos senderistas deciden variar el trazado de la ruta y regresar por su cuenta siguiendo otro camino, lo que retrasa la recogida de los voluntarios desplegados». Aún así, al final, y con todos las personas inscritas ya en la base de Multivoz, los encargados de velar por la seguridad coincidieron al subrayar el buen comportamiento generalizado de todas las personas inscritas: «Tanto desde que estacionaron os seus coches nos lugares que había dispoñibles como ao chegar ao colexio e durante a cea non houbo problemas con ninguén. Tamén hai que destacar o bo comportamento dos condutores de motos e quads, que se limitaron a gozar das rutas e a paisaxe dentro da orde necesaria e en grupo», explicó el responsable del operativo, Manuel Hermo.
Otro de los reconocimientos por el buen trabajo realizado es para los muchos voluntarios, y de muy diferentes edades, que se sumaron a la organización. Desde primera hora de la mañana del sábado su actividad fue fundamental, ya fuese en los avituallamientos, en diferentes puntos de las rutas para ayudar a los participantes, o poniendo las mesas para la gran cena que tuvo lugar al final. Toda ayuda era poca, y la suya fue esencial.
«O único contratempo do día foi un piloto de motos que acabou a gasolina, así que o balance é moi bo»
Manuel Hermo