Cohetes y plumas

Carlos Rodríguez EX PROFESIONAL DEL TRANSPORTE

BARBANZA

08 feb 2015 . Actualizado a las 05:05 h.

Así llaman los analistas a la velocidad de repercusión de los precios del crudo en el bolsillo del consumidor en función de que este suba o baje. Revelador. Si bien la oferta y la demanda rigen la lógica por la que fluctúan los precios del petróleo, a la especulación de los fondos de inversión con compras a futuro llega a atribuírsele hasta un 40% de responsabilidad en el precio. Ahora bien, el proceso que rige sobre el traslado de la bajada de la cotización del barril a la economía doméstica adquiere la categoría de conjetura si nos atenemos a las explicaciones que dan los actores intervinientes.

Las petroleras. Dicen sentirse preocupadas por la pérdida de imagen que supone ser el centro de las críticas del consumidor y, al igual que hicieran hace unos meses las eléctricas, ponen en marcha una campaña informativa que recuerde al penitente que el 58% del precio de la gasolina en España son impuestos. Poco espíritu pedagógico deben tener cuando obvian detalles tales como que en otros países europeos, donde la carga fiscal es mayor, los márgenes comerciales de las petroleras disminuyen en la medida en que lo hace el precio del crudo mientras en España se mantienen o crecen. Tampoco les conviene recordar que detrás de una competencia exigua, subyace un largo historial de coordinación de precios y reparto de mercado, tal y como viene denunciando Competencia y demuestran fenómenos como el «efecto lunes» y «operación salida».

De otra parte, los gobiernos. Repudian la responsabilidad en el comportamiento de los precios a la vez que ponen el dedo acusador en la industria. Además de hacer un reconocimiento explícito de su escasa capacidad o voluntad para controlar el hedor a cártel que desprende el sector energético, fingen sufrir un episodio de amnesia al obviar detalles como que han venido gravando los carburantes con el llamado céntimo sanitario que Bruselas ha dictaminado como ilegal pero que los costaleros hemos abonado.

Mención aparte merece Galicia. Descifrar las razones que nos sitúan como la comunidad donde más tarda en aplicarse la bajada del crudo a los refinados resulta una labor digna de la pitonisa de Pujol. Suerte que nos queda cerca.