
A sus 22 años ha grabado discos cantados por Andrés Calamaro, Enrique Heredia o Los Secretos
25 sep 2016 . Actualizado a las 08:39 h.Rubén Cores Arnoso tendría unos cinco años cuando rasgó por primera vez las cuerdas de una guitarra. La encontró por casualidad en una casa de sus abuelos cuando ya nadie vivía allí. «Resulta que ellos se la habían comprado a mi madre porque les había dicho que quería aprender a tocarla, aunque nunca llegó a hacerlo», cuenta. El pequeño de dos hermanos hizo del instrumento que nadie había llegado a estrenar su juguete favorito y con él iba a todas partes.
Sus primeros acordes los aprendió de su hermano mayor, David, quien comenzó a recibir lecciones de guitarra y cuando llegaba a casa le enseñaba lo aprendido. Al año, acabó apuntándose él a las clases que había entre la programación extraescolar de su colegio, el Bayón. Su gran maestro lo encontró allí, Juan Ciego era su profesor y es «posiblemente la persona a quien más le debo a nivel musical», indica el joven que hoy se sube a los escenarios más importantes del país tras ser fichado en uno de los musicales con mayor éxito de los últimos años.
El ribeirense empezó a despuntar desde pequeño, tanto que acabaron metiéndolo en el grupo de los mayores cuando la guitarra era casi más grande que él: «Recuerdo que me obsesioné con Stairway to heaven, de Led Zeppelin, porque siempre ha sido uno de mis grupos favoritos. Fue la canción que más tiempo me llevó sacar nunca, pero una vez que la aprendí ya no quería dejar de tocarla, era el primer tema que sonaba al despertarme y el último antes de acostarme».
Rubén Cores no tardó mucho en decidir que quería hacer de la música su profesión y, aunque no tenía antecedentes directos en la familia, asegura que siempre contó con el apoyo de los suyos.
Grabando con los grandes
A nadie le extrañó tampoco que aquel niño que con doce años acompañaba en los conciertos a gente que rozaba los cuarenta terminase alcanzando su meta. Comenzó desde abajo, tocando en muchos casos gratis para hacerse un nombre en el mundillo, y no tardaron en llamarlo para grabar discos con artistas y grupos de renombre. El barbanzano, a sus 22 años, puede decir que por encima de su guitarra han cantado Andrés Calamaro, Enrique Heredia (cantante de la Barbería del Sur), Johnny Cifuentes de Burning y hasta grabó discos recopilatorios de Los Secretos.
«Periódicamente tenía que venir a Madrid para estas grabaciones y acabé conociendo a gente relacionada con el tema de los musicales. Un día me llamaron y me dijeron que una de las personas que se encargaba de montar las orquestas de estos espectáculos estaba interesado en conocerme. A las dos o tres semanas me dijeron que entraba en la gira de Mamma mía!», relata.
No es el único musical en el que participó el ribeirense, también en dos producciones del Grandes éxitos, junto a artistas conocidos de El rey león, Jesucristo Superstar, Cats, Los miserables, El hombre de La Mancha y con algunos de sus compañeros del espectáculo que gira sobre los temas de Abba.
Cores lleva un año con Mamma Mía!: «He perdido ya la cuenta de las ciudades por las que hemos pasado, pero estuvimos en prácticamente todas las capitales importantes de España, llenando teatros con aforos para 3.500 personas semana tras semana». «Hoy en día, tal y como está el panorama musical en España, es uno de los mejores trabajos que un músico puede tener por la estabilidad que supone, pero también hay que pasar mucho tiempo fuera de casa y es muy monótono estar siempre tocando los mismos temas», reconoce el guitarrista, aunque tiene la recompensa de que tras las funciones es habitual que otros profesionales que vieron el espectáculo le feliciten por su intervención.
Proyecto en solitario
El barbanzano encontró, además, en esta gira la excusa perfecta para dar el salto y lanzar su primer proyecto en solitario como «vía de escape». «Era el momento para ponerse a crear algo propio», dice. «Ya tenía alguna idea, habrá cosas que son recicladas pero también muchas otras nuevas. Voy a hacerlo con los mejores músicos que probablemente haya en España y estará producido por otro ribeirense, Fran Gude», indica ilusionado.
Todavía no hay nombre para el trabajo, que saldrá a la luz el próximo año, y no puede adelantar nombres porque algunas colaboraciones están en el aire, pero el concepto lo tiene bastante claro: «Está guiado a ser algo instrumental, corto y fácil de digerir». «Hace tres años ni hubiera soñado con todo esto», admite.