Rodada en blanco y negro, un biopic sobre el boxeador Olli Mäki, es la ópera prima del realizador
03 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.2016 • Finlandia, Suecia, Alemania • Juho Kuosmanen • Jarkko Lahti (Olli Mäki), Oona Airola (Raija Janka), Eero Milonoff (Elis Ask), Joanna Haartti (Laila Ask), Esko Barquero (Snadi), Elma Milonoff (Evi), Leimu Leisti (Tuula), Hilma Milonoff (Anneli) • Las mejores películas son en blanco y negro. Han tenido que pasar nueve meses y cuatrocientas cincuenta películas por la cartelera desde el comienzo de la sección, para seleccionar como estreno de la semana una.
Predominantes hasta los años sesenta, en la actualidad existen obras excepcionales, como La cinta blanca (2009), obra maestra y culmen de la filmografía de Michael Haneke, o la más reciente Ida (2013) de Pawel Pawlikowski, extraordinaria de principio el fin.
Amparada por el premio Un Certain Regard en el festival de Cannes, Descubrimiento Europeo del Año en los Premios del Cine Europeo, y galardón principal en la Competencia de Nuevos Directores del festival de Chicago «por contar con asombrosa confianza y ejecución visual su historia, con una espléndida cinematografía en blanco y negro, pura emoción y sentido del humor», El día más feliz en la vida de Olli Mäki es la historia de un boxeador en apuros para centrarse en la preparación del campeonato del mundo mientras sus sentimientos por una mujer están amenazando con eclipsar esa ambición.
El argumento
Inspirada en la realidad, Olli Mäki (Jarkko Lahti) tiene la oportunidad de hacerse con el título de campeón del mundo de boxeo en la categoría de peso pluma en el verano de 1962. Desde la campiña finlandesa hasta las intensas luces de Helsinki, todo está preparado para su fortuna y gloria. Lo único que Olli debe hacer es perder peso y concentrarse. Pero hay un problema: se ha enamorado de Raija (Oona Airola).
«El talante esencial es la luz, aunque se trata de una historia sobre una crisis existencial y la búsqueda de uno mismo», apunta el realizador. Considerado una joven promesa en Finlandia, la prosperidad de su película de graduación, The Painting Sellers (2010), le colocó en una situación bastante angustiosa después de ganar el primer premio Cinéfondation del festival de Cannes y de que le prometieran, como parte del galardón, que su primer largo se estrenaría internacionalmente en la selección oficial del festival.
Agobiado con la idea de cumplir expectativas, ha conseguido estar a la altura. Seleccionada por Finlandia para optar al Oscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera, más contemplativa, inspiradora y dulce, que brutal y llena de acción, es una de las perlas cinematográficas del año.