Las playas afrontan el pico turístico sin una solución a la falta de aparcamiento

P. Calveiro, J. m. Sande

BARBANZA

MARCOS CREO

Varios concellos trabajan en el desarrollo de medidas de cara al verano que viene, fomentando desde el «leirapárking» hasta el transporte público

12 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cabío-A Lombiña, Aguieira, Ornanda, O Vilar, Parameán, San Francisco o Boca do Río. Son algunas de las playas con más tirón de la comarca, pero también tienen en común la falta de aparcamiento, un problema que se recrudece en estos días, coincidiendo con el pico turístico, y para el que no existe una solución a la vista a corto plazo.

En pleno puente de agosto, encontrar una plaza libre en la que dejar el coche en hora punta puede llegar a ser, casi, una misión imposible en estos arenales, y en algunos llegan a formarse importantes colapsos que ponen a prueba la paciencia de los bañistas.

Este es el caso, por ejemplo, de la playa de Ornanda, en Porto do Son, donde el espacio disponible se queda pequeño cada fin de semana que aprieta el sol y los vehículos se agolpan, muchas veces de forma desordenada, forzando al máximo el área existente para que pueda pasar otro automóvil. Tanto en este caso como en el de Aguiera, el gobierno municipal cree que la solución podría pasar por la implantación del leirapárking, un modelo de negocio estival que todavía no ha llegado a estos lares (en Broña, por ejemplo, cada vez hay más y evita las congestiones de antaño), al tiempo que existe un proyecto para crear un cámping con aparcamiento en Ornanda que contribuiría también a desmasificar la zona y aprovechar los terrenos colindantes.

Negociaciones a tres bandas

El alcalde, Luis Oujo, explica que ya se han mantenido los primeros contactos con Costas, organismo que estaría dispuesto a autorizar este uso, al igual que con varios particulares a los que el ejecutivo anima a sacar partido a los terrenos no cultivados en verano, a la vez que obtienen dinero abriéndolos al estacionamiento.

El ejecutivo pobrense, por su parte, intentó poner en marcha un autobús y fomentar el uso del transporte público para ir a Cabío, pero «non houbo empresas interesadas porque non lles resultaba rendible», indica el regidor, Xosé Lois Piñeiro, quien no descarta la idea y se plantea probar su funcionamiento gratuito un fin de semana. En la zona ya existen propiedades privadas que sirven de aparcamiento y «non vemos moito marxe de actuación», dice Piñeiro, aunque sí está previsto reorganizar el entorno del campo de A Alta, hasta donde llegan los coches, y delimitar claramente las áreas verdes y las de estacionamiento. «Non sei se quedarán máis ou menos prazas, pero si axudará a ordenar o espazo e evitar conflitos», añade.

También en Ribeira se planteó hace años habilitar líneas de bus para ir a O Vilar, otro de los puntos calientes que continúa sin una solución a la saturación de vehículos. En su día se habló adecuar una finca de una hectárea a través de un acuerdo con la comunidad de montes de Carreira y se presupuestó, aunque no acabó fructificando.

Las negociaciones en Muros con dueños de fincas próximas a la playa de Louro no llegaron tampoco a buen puerto y la alcaldesa explica que «se están analizando os espazos públicos que hai para ver como se poden aproveitar».

La masificación dificulta el acceso de ambulancias y otros medios ante posibles emergencias

Una de las consecuencias de la masificación en las zonas de aparcamiento de los arenales que más preocupa a los gobiernos locales es que, en muchos casos, dificulta el acceso de ambulancias y otros medios de emergencias para atender las posibles contingencias que puedan surgir. Esto ha obligado a invertir recursos humanos en la vigilancia u ordenación de los estacionamientos para evitar la congestión del tráfico u otros incidentes en los días de mayor afluencia de visitantes.

En Porto do Son es frecuente ver a la Policía Local en Ornanda, con el ánimo de asegurar los accesos y vías de evacuación más que de multar, aunque el alcalde reconoce que «abundan as infraccións». De igual modo, en Boca do Río, la zona más concurrida de la playa de Carnota, Protección Civil se encarga de regular el tráfico en las zonas de aparcamiento destinadas a tal fin, puesto que hay fincas de particulares y terrenos mancomunados cuyos propietarios permiten hacerlo.

Otro punto en el que hubo que intervenir fue en el arenal pobrense de A Corna aunque, en este caso, porque los conductores aparcaban sobre las dunas.

En Corrubedo

Y es que el tráfico crece exponencialmente en verano no solo para visitar las playas, también para acudir a otros puntos turísticos como son el castro de Baroña o Corrubedo. En este último, la idea del gobierno ribeirense es encontrar una parcela céntrica, próxima a la zona portuaria, y llegar a algún tipo de acuerdo con el propietario para su alquiler, a fin de que sirva como aparcamiento disuasorio (como se hizo en Abesadas).

A partir de ahí, la restricción al tráfico en verano y Semana Santa será más estricta.