Dos meses después del naufragio ya habían pasado por Carnota unos treinta mil voluntarios
16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El accidente del Prestige provocó graves consecuencias en la costa barbanzana, pero también desató una marea solidaria nunca vista antes. A estas alturas del 2003, dos meses después de que tuviera lugar el trágico suceso, ya habían pasado por el municipio carnotano, considerado la zona cero de la catástrofe, unos treinta mil voluntarios, que llegaban con el propósito de colaborar en las tareas de limpieza. En aquellos momentos había 1.100 soldados desplazados en el término, a los que se sumaron, tal día como hoy, 700 personas dispuestas a prestar su ayuda.
En el transcurso de un pleno, el entonces regidor, Xosé Manuel García, agradecía la labor de los voluntarios y hacía referencia a la llegada de grupos desde Valencia, Canarias, Madrid y Castilla León; al tiempo que se refería a la presencia en el municipio de personas procedentes de África y América. Daba cuenta también de diversos donativos, entre ellos, uno de 24.000 euros del Ayuntamiento de Tudela.