Daniel Esperante: Un rianxeiro salido de «The Big Bang Theory»

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CEDIDA

El científico colabora con el CERN en el desarrollo de tecnologías de aceleradores para su aplicación médica

02 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede sonar frívolo vincular a un destacado científico en su campo como el rianxeiro Daniel Esperante Pereira a la famosa serie de televisión The Big Bang Theory, pero esa relación no es necesariamente algo negativo. De hecho, el propio Esperante reconoce el papel que han jugado Sheldon y compañía en un aspecto tan relevante como la divulgación: «Somos varios os que pensamos que a serie está axudando a promover os estudos científicos entre os mozos, contribuíu un pouco a normalizar titulacións que antes se consideraban como raras». Cuando se le pregunta sobre la verosimilitud de lo que se ve en la pantalla, cree que algo sí hay, y añade entre risas: «Coñezo xente que se parece bastante aos personaxes da serie».

Cuando toca ponerse serio para hablar del trabajo al que se dedica en la actualidad, cualquier profano en la materia comprende que las complejas tecnologías que realizan en el laboratorio los protagonistas de la ficción televisiva no son nada comparadas con las que existen en la realidad. Daniel Esperante es el responsable de desarrollo de un proyecto que se lleva a cabo en el Instituto de Física Corpuscular de Valencia en colaboración con la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). Simplificando el objeto de la propuesta, lo que hacen es trabajar en tecnologías de aceleradores lineales más compactos para su aplicación en hadronterapia, una técnica para tratar el cáncer con partículas pesadas. Es un tratamiento más efectivo que la radioterapia convencional, pero utiliza una maquinaria más compleja y de un gran tamaño: «O obxectivo é mellorar esta tecnoloxía para facer aceleradores máis compactos que poidan empregarse nos hospitais».

El proyecto se plantea a largo plazo y, después de tres años trabajando -comenzaron en el 2015-, esperan poder sacar los primeros resultados científicos en el 2019. Por el momento, son solo experimentos, pero confían en que «dentro duns anos a industria utilice esta tecnoloxía».

Viaje de ida y vuelta

Antes de llegar a este punto, Daniel Esperante ha realizado varios viajes de ida y vuelta al CERN, el mayor laboratorio de investigación de física de partículas del mundo. Su primera parada en la organización se inició durante su doctorado en la Facultade de Física de Santiago. Durante unos siete años trabajó en el experimento LHCb, centrado en el estudio de la materia y la antimateria en el universo. En el 2011 llegó al Instituto de Física Corpuscular de Valencia, donde dio el salto al campo de los aceleradores, para regresar luego al CERN.

Fue en esta segunda etapa en Suiza cuando surgió la idea del proyecto en el que está trabajando y regresó a tierras valencianas para poner en marcha un laboratorio de investigación en tecnologías de alto gradiente para acelerar partículas. El CERN colabora en el proyecto, algo que para Esperante es fundamental porque «traballar cos mellores do mundo é importante para facer as cousas ben e para sacar adiante novos proxectos»; a ello se sumó el espaldarazo que recibió el rianxeiro al obtener una de las becas europeas Marie Curie, de las más prestigiosas a nivel internacional.

Sin embargo, con esto no es suficiente para desarrollar un proyecto de estas características, así que además de la colaboración de la Universitat de Valencia, se hace imprescindible buscar financiación mediante colaboradores nacionales e internacionales y a través de ayudas europeas. Con respecto a la situación del ámbito científico en España lo tiene claro: «O financiamento en ciencia está por debaixo do que debería, está na metade do que debería ter en comparación con outros países desenvolvidos».

Fuente de riqueza

Para Daniel Esperante la divulgación, ya sea a través de los medios de comunicación o incluso de la televisión, es imprescindible. También en los centros educativos, por eso hace unos días volvió a su instituto de Rianxo para hablarle a los jóvenes sobre su trabajo: «É importante que se dea a coñecer o traballo científico que se está a facer porque é o que move a economía. A ciencia require moito esforzo e constancia, pero é o camiño para xerar riqueza no país».