El envejecimiento de la población de la comarca dispara las consultas en atención primaria

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

Los facultativos y enfermeros atendieron 1,2 millones de citas durante el año pasado

15 abr 2019 . Actualizado a las 21:15 h.

Una de las principales consecuencias del envejecimiento de la población de la comarca la padecen directamente los trabajadores de los centros de salud, que han visto como el número de consultas no ha parado de crecer año tras año. De hecho, el 2018 se cerró con más de 1,2 millones de citas atendidas en los distintos ambulatorios, una cifra que marca un récord con respecto a los registros de ejercicios anteriores.

Aunque las revisiones presenciales siguen siendo mayoritarias, con algo más de un millón en los 11 concellos barbanzanos, también ha habido un repunte en el número de casos que se resuelven por vía telefónica (130.903), aunque los facultativos reconocen que estas llamadas siempre suelen ser por cuestiones menos graves, sobre todo para aclarar dudas o para activar la medicación de un enfermo.

Otra actividad que se ha incrementado en los centros de atención primaria son los desplazamientos de médicos y enfermeras a los domicilios de los pacientes, con una cifra que rozó el año pasado los 30.000, y que también se explica por el envejecimiento de la población, puesto que muchos son vecinos que no pueden acudir directamente a los ambulatorios y que tienen que ser atendidos en sus viviendas, incluso para ponerles las vacunas contra la gripe.

Los facultativos de la comarca también explican este incremento en su actividad, «porque ahora estamos asumiendo consultas y revisiones que antes se hacían en el hospital, como seguimientos de las enfermedades agudas, de los crónicos, de las pruebas de screeming (detección precoz de ciertas enfermedades). Somos el mismo personal, con el mismo horario y con más carga de trabajo», apuntó una médica del centro de salud de Ribeira.

También explicó que, en muchos casos, no pueden derivar a un enfermo directamente al hospital y tienen que citarlo para varias pruebas y luego realizar una teleconsulta con el especialista para valorar el caso, «lo que suponen cuatro consultas más para el médico de atención primaria, cuando antes se enviaba directamente al especialista».

Crónicos

También los enfermeros, que son los que más volumen de trabajo tienen después de los médicos de familia, se ven saturados por el incremento en el número de consultas de atención primaria, sobre todo derivadas de los enfermos crónicos.

«Es muy distinta la atención a un joven, que a una persona mayor que tiene muchas más complicaciones y visita continuamente la clínica o hay que ir a su casa», apuntó una enfermera del ambulatorio rianxeiro.

Los facultativos reclaman que se vuelva a poner en marcha el refuerzo de verano

A todo este incremento de consultas a las que tiene que hacer frente el personal de los centros de salud de la comarca durante todo el año se añade uno más en verano: la llegada de miles de turistas. Los facultativos explican que, hasta el año 2001 existía la figura del médico de costa, es decir, la Consellería de Sanidade reforzaba con un doctor más los municipios que recibían más visitantes, algo que se sigue haciendo en muchos concellos como Sanxenxo o Portonovo.

«Aquí no tenemos muchas plazas hoteleras, pero lo que sí hay son multitud de pisos de gente que viene a pasar las vacaciones y a la que tenemos que atender nosotros, junto con nuestros propios pacientes», explicó una profesional ribeirense.

Esta falta de personal y de recursos es una de las principales reivindicaciones que, desde hace dos meses, realizan los trabajadores de los centros de salud de la comarca. A pesar de que hubo un principio de acuerdo entre sindicatos y Sergas para estudiar la reorganización del sistema para ofrecer un mejor servicio, en muchos ambulatorios desconfían de que se tomen medidas.

Más por menos (Sálvora)

Cuantos más años se cumplen, más complicaciones médicas se van metiendo en la mochila, una mochila que también tiene que ayudar a aguantar el personal sanitario de los centros de salud. Estos profesionales atendieron el año pasado 1,2 millones de consultas. Casi nada, y la cifra sigue subiendo.