El policía local que reanimó a un pobrense: «Só pensaba en que tiña que devolverlle a vida a ese home»

Algunos le dicen que tiene un don para salvar vidas, pero el policía local de A Pobra Marcos Rodríguez cree que simplemente se trata de «estar no lugar adecuado no momento preciso e ter sorte». Pues no cabe duda de que la fortuna está en sus manos y en quienes, en circunstancias extremas, tienen la suerte de topárselo en su camino. El miércoles por la tarde, este agente de 44 años de edad que lleva desde el 2013 en el destacamento pobrense, volvió a salvar otra vida, la segunda este año.

Estaba de patrulla con un compañero cuando, a las 19.45 horas, en la AC-305 a la altura del lugar de A Devesa, unos vecinos les alertaron de que había un hombre muerto tirado en el suelo de su vivienda. Los agentes entraron y Marcos Rodríguez explica que, efectivamente, «atopábase sen ningún estímulo, nin respiración e a súa cor era azulada».

Inmediatamente avisaron a emergencias, pero mientras los equipos sanitarios llegaban, el agente no se quedó de brazos cruzados: «Empecei a facerlle unha masaxe cardíaca e respiración asistida». A Marcos Rodríguez no le frenaron ni el coronavirus ni las medidas de protección: «Só pensaba en que tiña que devolverlle a vida a ese home».

Fueron veinte minutos de reanimación para una persona que había sufrido un infarto: «Estiven facéndolla ata que recobrou a respiración. Abriu os ollos e mirou para min. Despois volveu a pechalos e xa chegaron os servizos de emerxencias, que o trasladaron ao hospital».

Como medida de precaución, el agente irá a realizarse las pruebas del coronavirus.

Esta es la segunda vida que salva Marcos Rodríguez, quien el 5 de enero, en la cabalgata de A Pobra, evitó que una mujer muriese atragantada con un caramelo. En verano ayudó a sacar de las piscinas del río Pedras a una mujer que se rompió la tibia.

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