Un pequeño homenaje a los héroes que perdieron su vida por la pandemia

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El escultor Juan Cabeza acaba de donar una pieza al hospital de Barbanza para recordar a los sanitarios fallecidos

24 jun 2020 . Actualizado a las 08:34 h.

Está en contra de los artistas que regalan sus obras, porque es el fruto de su trabajo y debe valorarse. Sin embargo, hay ocasiones en las que suceden cosas tan grandes «que soy incapaz de no hacer nada». El escultor Juan Cabeza también quiso poner su granito de arena en esta crisis sanitaria que puso patas arriba a todo el mundo, y creyó que la mejor forma de hacerlo era homenajear a los héroes de esta pandemia, los sanitarios que arriesgaron sus vidas, y muchos acabaron perdiéndolas, en la lucha contra el coronavirus.

Por este motivo, acaba de donar al hospital de Barbanza una de sus creaciones, que ya está expuesta en el vestíbulo de entrada del complejo asistencial de Oleiros y que pretende recordar todo lo que ha pasado en estos últimos meses para que nadie se olvide. Cabeza explica que se le ocurrió la idea de crear esta obra a mediados del mes de abril, cuando vio una foto de una estela vadiniense del siglo III. «Es una inscripción funeraria gravada en un soporte lítico de cuarcita, que un padre hizo para su hija de 19 años que acababa de morir. Me gustó mucho y me impactó, y como yo tenía desde hace tiempo unos cantos rodados de cuarcita en el taller que son muy duros de trabajar, se me ocurrió que podría hacer algo parecido y decidí hacer una obra con un valor emotivo», recuerda.

Su objetivo era honrar al personal de los hospitales y centros de salud que fallecieron luchando contra el virus, y aunque las redes sociales y muchos medios señalaron que la primera víctima había sido el doctor Liu Zhiming, director del principal hospital de Wuhan, «antes ya había muerto una enfermera, que fue la primera sanitaria que se cobró el virus en el mundo», explica Juan Cabeza.

Dioses manes

En la pieza que creó el escultor afincado en Porto do Son se puede leer una inscripción que comienza con las letras DMMP, que significa «a los dioses manes dedico este monumento. Los manes eran los dioses personales de la casa, espíritus de antepasados de la familia», apunta el artista, que a continuación pone el nombre de los primeros sanitarios muertos por covid-19: la enfermera Liu Fan -que tenía 59 años, dato que inscribe en números romanos- y el doctor Liu Zhiming, de 51.

Además, Cabeza buscó por las redes sociales dos frases que habían sido trending topic en China cuando se conocieron las muertos de los primeros sanitarios: «No hay enfermedades en el cielo. Muchas gracias por tu sacrificio. Yo las traduje al latín, pero modifiqué lo de tu sacrificio por vuestro sacrificio. Los aplausos de mis vecinos a las ocho hicieron el resto. Esto es un problema a nivel planetario», insiste el artista, que junto a una cruz dibujó también -aunque de forma casi imperceptible- una imagen esquemática del virus.

Para completar su pieza, Juan Cabeza colocó por la parte de atrás de su obra un caballo. «En la estela vadiniense en la que me inspiré hay uno como ese, pero a mí no me cabía delante por eso lo puse a él solo por la otra cara. En el siglo III un caballo era mucho más importante que ahora, y tiene un gran valor arqueológico, ya que muestra varias marcas grabadas en la grupa que significan que era propiedad de alguien, y estamos hablando de hace muchos siglos».

El escultor, formado en la Escola de Canteiros de Poio «como obrero especializado», afirma que suele ser muy meticuloso, y cada vez que hace una obra investiga todo lo posible sobre ella. «Yo cuando más sepa de todo lo que toco mejor. A veces reconozco que me pongo un poco pesado, pero es igual que si tienes que estudiar a un autor francés, sería más fácil sabiendo francés, pues yo igual con todos mis trabajos».