El acceso a la justicia gratuita, al alza en Barbanza a pesar de la pandemia
BARBANZA
Las solicitudes volvieron a superar el millar aunque hubo tres meses de parón por el covid
19 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La justicia gratuita sigue al alza en Barbanza. Incluso en época de covid. A pesar de que los juzgados de Ribeira, Muros y Noia estuvieron bajo mínimos alrededor de tres meses por la pandemia del coronavirus, las solicitudes para acceder a los letrados del turno de oficio volvió a superar el millar un año más. Así lo demuestran los datos que maneja el Colegio de Abogados de A Coruña, que registró un total de 1.387 expedientes. Ribeira, lógicamente por población, sigue a la cabeza con 964 casos, por los 284 de Noia y los 139 de Muros.
Desde hace un lustro, cada año más de 1.000 personas se benefician en Barbanza de este servicio gratuito. Los letrados de la zona explican que es porque hay más conocimiento sobre los requisitos que se deben cumplir y de los beneficios que conlleva. Y, en el caso del 2020, destacan que la pandemia ha motivado ese crecimiento ya que ha afectado económicamente a mucha gente que se ha quedado sin trabajo o estuvo en ERTE.
Pleitos civiles
Los profesionales afirman que la picaresca también crece, por ejemplo con beneficiarios que quieren iniciar un pleito civil y requieren de la asistencia de un letrado del turno de oficio, lo que puede llevarles a ahorrar alrededor de unos 1.200 euros. Pero lo que todos tienen claro es que el gran número de solicitantes de la justicia gratuita son viejos conocidos de las fuerzas del orden, que se declaran insolventes para acceder a un abogado.
Afirman que además son los que más carga de trabajo crean, cuestión que casa con los datos del Colegio de Abogados de A Coruña, que cifra en 1.012 las asistencias a detenidos en el 2020. Aunque los letrados reconocen estar en el turno de oficio por «sentido de la justicia pública», lo cierto es que son los delincuentes habituales los que más quebraderos de cabeza y gastos conllevan, ya que en muchos casos tienen que acudir a varias declaraciones ante el juez e incluso desplazarse a salas de A Coruña o Santiago de Compostela.
Este es solo uno de los problemas a los que se enfrentan, ya que también hay ocasiones en las que a sus representados finalmente se les deniega el acceso a la justicia universal por tener propiedades a su nombre o por haber trabajado el año anterior, y reconocen que en la mayoría de estos conflictos nunca llegan a cobrar. Si no se dan de baja del turno de oficio repiten, es por conciencia social y por vocación. Aunque no llegue ni para sufragar gastos.
Tienen claro que la económica es una batalla que debe librarse en otros foros, pero lo que sí saben es que el acceso a la justicia gratuita seguirá creciendo, como ya confirma el Colegio de Abogados de A Coruña, que afirma que este año 2021 lo hará en un 15% de media.
«Es una garantía para la gente que no puede tener un letrado particular»
María Briones es la delegada del Colegio de Abogados de A Coruña en el partido judicial de Ribeira. Conoce a la perfección el funcionamiento del turno de oficio y considera que «el servicio está funcionando sin ningún problema, los letrados están cumpliendo con todas sus obligaciones». Explica que hay tres abogados de guardia todas las semanas que se dividen en violencia de género, juicios rápidos y detenidos.
Sobre lo que reciben como contraprestación económica, reconoce que «es un mal general porque el pago se hace según marca la normativa». Afirma que hay ocasiones en las que los gastos son incluso mayores que lo que reciben porque «se trabaja mucho. La semana que los letrados están de guardia implica prácticamente dedicarse en exclusiva al turno de oficio, dejando de lado los asuntos de particulares o el trabajo de despacho».
Si lo hacen, afirma que porque «es una garantía para aquellas personas que no pueden tener un abogado particular». Contra la concepción de que son los letrados que acaban de salir de la universidad los que dan servicio en el turno de oficio, Briones lo niego porque «la mayoría es gente que tiene muchos años, décadas, de experiencia. Tienes que cumplir unos requisitos para poder entrar, lo que garantiza su buen funcionamiento».