«Si no pasa el autobús de las siete en Rianxo, yo tengo que coger un taxi a Santiago»

BARBANZA

Usuarios del transporte público denuncian el funcionamiento del servicio en Barbanza
14 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Retrasos, rutas reducidas, esperas infinitas… Estas son algunas de las habituales quejas de los vecinos de Barbanza con respecto a los servicios de transporte público. Para Eva Noya, de Rianxo, la situación es casi insostenible. «Yo no conduzco y necesito el autobús para ir a trabajar a Santiago. Solo pido que los pocos que hay, que no los quiten», se lamenta. El mayor problema, explica, está en que solo hay cinco servicios al día en el municipio.
La diferencia de horas entre los autobuses hace que le sea incompatible poder esperar al siguiente. «Si no pasa el autobús de las siete, y el siguiente no es hasta las once, yo tengo que coger un taxi a Santiago, porque al trabajo no pudo faltar. ¿Quién me cubre eso?», se pregunta Noya.
El suyo no es el único testimonio que hay sobre este tipo de incidencias. Uno de ellos corresponde a Raquel Barreiro, vecina de Ribeira, que, harta de la situación, decidió publicar el asunto en un grupo de Facebook, donde muchos le escribieron apoyándola. «No es la primera vez que ocurre, los autobuses salen antes de tiempo y algunos conductores dan malas contestaciones», explica.
«A veces tienen un problema con el cumplimiento de los horarios»
Barreiro mostró su descontento con la compañía Monbus a través de redes sociales, pero por el momento no ha recibido respuesta. Desde la oficina de prensa de la compañía explican que sobre estos incidentes no tienen ninguna queja formal registrada, aunque sí han visto las reclamaciones por Internet. Aseguran que los retrasos se deben a una incorrecta lectura de los horarios, ya que algunos autobuses salen de Aguiño, no de la estación de Ribeira.
La situación tampoco es exclusiva al servicio de actual. Los universitarios conocen bien los problemas que existen ahora y que había antes. «A veces tienen un problema con el cumplimiento de los horarios», dice Andrés Seráns, vecino de Ribeira. Lara Alonso, que también depende del autobús, menciona la falta de servicios directos a Santiago. «Hay un bus cada hora, eso es cierto, pero directos solo hay uno», explica, aunque asegura que ahora están mejor que con la anterior proveedora de estos servicios.
Las rutas de vuelta suelen ser caóticas y este primer fin de semana no fue una excepción. «No cabían más maletas», relataba Paula Lorenzo, estudiante: «Acabamos llegando con 20 minutos de retraso».
Quejas en oficinas de consumo
En las oficinas de consumo de los concellos afectados escuchan este tipo de incidentes en numerosas ocasiones. En A Pobra, por ejemplo, dicen que ya no les llegan tantas como cuando se cambió el servicio a principios de año. «Puede que la gente ya se haya cansado de que no la escuchen», dicen hablando del derrotismo de algunos vecinos. Señalan también que los horarios son menos accesibles ahora. «Antes los colgaban en la estación y eran fáciles de entender, ahora son tres hojas que solo se pueden consultar por Internet».
En Ribeira, reconocen que en el último mes han resurgido las críticas. «Sobre todo en agosto se formularon quejas sobre la falta de puntualidad», apuntan. Con todo, en la empresa Monbus indican que hace tiempo que no reciben comunicados de estas oficinas sobre incidencias.
Desde el Concello de Rianxo, donde registró la incidencia Eva Noya, aseguran que han remitido las quejas a la empresa y a la Mancomunidade Barbanza Arousa. Sin embargo, insisten que fue la Xunta la que licitó el contrato. «Sabemos que se están a facer probas para reaxustar as rutas. Esperamos que estas queixas, se teñan en conta e se poida recuperar algún servizo máis dos que había anteriormente», explica el regidor Adolfo Muíños.
Eva Noya: «No quiero tener que ponerme a recoger firmas en mis días libres»
Cuando Eva Noya se dio cuenta de que el autobús que le llevaba a Santiago no iba a llegar a tiempo, decidió coger un taxi para ir a la ciudad, donde trabaja en una zapatería.
—Usted dice que la situación con los autobuses es inaguantable.
—Sí, se han eliminado servicios. Cuando estaba el de Arriva yo podía coger el autobús a las 9.45 y llegar a las once a Santiago. Cuando empezó Monbus, los únicos que quedaron eran uno a las siete y otro a las 11.45. Solo hay cinco servicios al día y encima algunos son en la Rotonda de Té. Tengo que caminar dos kilómetros para llegar hasta allí, y en verano no me importa, pero en invierno, con la lluvia, no es plan.
—¿Ha intentado contactar a alguien para resolver la situación?
—Me puse en contacto con el alcalde de Rianxo, y él fue quien me dijo que iban a hablar con el resto de concellos y ver qué se podía hacer, pero que las competencias eran de la Xunta. Sé que no va a hacer nada porque solo le interesa lo cultural. Pero me molestaría bastante tener que hacer yo algo, y no quiero tener que ponerme a recoger firmas en mis días libres para solucionar la situación.
Raquel Barreiro: «Hay conductores muy buenos, pero otros te tratan y hablan mal»
Del transporte público se depende para casi todo. En el caso de Raquel Barreiro es casi imprescindible para atender a citas médicas o ir al trabajo. Ambas ocasiones en las que los servicios de autobús locales le han fallado.
—¿Cuál es su experiencia con la empresa que hace las rutas?
—Tuve dos experiencias malas, pero sé que no es la primera vez que ocurre: autobuses que salen antes de tiempo y malas contestaciones. Creí que sería un buen cambio porque viajé con Monbus a otros sitios y la experiencia fue muy buena, pero aquí no es así. Hay conductores de antes, que ahora siguen en Monbus y son muy buenos, pero otros te tratan y te hablan mal.
—¿Ha intentado contactar a la compañía o al ayuntamiento sobre la situación?
—Con la empresa contacté por Facebook y Twitter, y esta mañana —en relación al lunes— he ido a la oficina de consumo. Desde la compañía me escribieron disculpándose y diciendo que iban a investigar la situación. No me puse en contacto con el ayuntamiento. No estaba segura de si debería ir a quejarme allí o no. Lo comenté por Facebook pero nadie dijo nada.