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José Vicente Domínguez
José Vicente Domínguez LATITUD 42°-34?, 8 N

BARBANZA

La caída de una parte del cono del volcán de La Palma ha provocado que se unan los principales centros emisores de lava
La caída de una parte del cono del volcán de La Palma ha provocado que se unan los principales centros emisores de lava Miguel Calero | EFE

«Y, de pronto, llegó el volcán de La Palma y quien más quien menos, ha dejado la preocupación de la pandemia, para convertirse en vulcanólogo»

14 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Gracias a la comunicación global, cada uno de nosotros es capaz de realizar un máster en cualquier materia, siempre que la machaconería de los medios lo pretendan. No hay más que echar la vista atrás, para acordarse de asuntos que ocuparon nuestras mentes, con la misma velocidad con la que fueron sustituidos por otros de mayor actualidad.

 ¿Recuerdan ustedes la prima de riesgo? Pues sí; todos y cada uno de nosotros se convirtió en experto -cuando no visionario- de cómo iba a evolucionar la famosa prima del famoso Riesgo; cuan gravosa sería para la economía de nuestro país y, como no, el miedo a los lúgubres hombres de negro. Por cierto, en la provincia de A Coruña, hay tan solo 14 apellidos Riesgo, de los cuales ocho tienen primos y tan solo seis tienen primas. Disculpen la coña.

El 17 de noviembre hará dos años desde que se detectó en China el primer caso de un enfermo por coronavirus. Luego se convirtió en pandemia y se le puso por nombre covid-19. Covi de coronavirus y d de disease (enfermedad en inglés); dando pie a que una ínclita presidenta de cierta comunidad autónoma, dijese que la d correspondía al mes de diciembre. Vale, ya, nadie está libre de pecado, sino que se lo pregunten a esos tristes sabios negacionistas que creen que con las vacunas nos inoculan chips, sin darse cuenta de cuanta falta les haría a ellos una buena inoculación. Pero lo más curioso de esta enfermedad, es el aprendizaje de términos que hemos tenido que chapar, empezando por las vacunas, cuyo nombre, por cierto, viene de vaca. Sí, gracias a las pústulas de los tetos de las ubres de las vacas se consiguió la vacuna de la viruela. Y ahora, gracias a lo que todos conocemos como ARN Mensajero (solo de nombre, pues de saber qué es, ni puñetera idea), se llegó, en tiempo récord, a las Pfizer, Moderna, Johnson, AstraZeneca, la rusa Spunik y las china Sinofharm. Y ¿quién no conoce lo que es un EPI, o la diferencia entre unas mascarillas quirúrgicas y unas FFP2? ¡Somos unos verdaderos crack!

Y, de pronto, llegó el volcán de La Palma y quien más quien menos, ha dejado la preocupación de la pandemia, para convertirse en vulcanólogo. El más tonto en la materia (entre los que me incluyo), sabe que a los ríos de lava se les llama coladas. El término piroclastos es tan familiar como el canarismo, fajana, para referirse a las pequeñas o grandes penínsulas que la lava y otros desprendimientos forman en el mar; y a los temibles temblores de tierra, unos los llaman con el americanismo, sismos, y otros seísmos. Pero lo más dramático de todo esto son los 15 minutos que las familias tienen para salvar sus pertenencias de ¡toda una vida! ¿Se ha parado usted a pensar qué prioridad de rescate daría a todo el contenido de su vivienda? Sentado en su casa, mire alrededor y me lo cuenta.