Los planes urbanísticos de cuatro concellos llevan diez años enquistados

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

ALVITE

Carnota, Mazaricos, Rianxo y Noia siguen rigiéndose por normas subsidiarias

12 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Herramientas vitales para la ordenación del territorio, la elaboración de los planeamientos urbanísticos constituye un quebradero de cabeza para las Administraciones locales, y lo que tardan en verlos aprobados es un ejemplo del farragoso laberinto burocrático. A estas alturas, tras sucesivas modificaciones de la Lei do Solo, cuatro concellos de Barbanza continúan rigiéndose por normas subsidiarias de la década de los noventa y la formalización de sus PXOM lleva más de diez años enquistada.

Las hojas de ruta para su entrada en vigor se ven alteradas cada año, hasta el punto de que los respectivos regidores evitan marcar nuevas fechas para su aceptación. Los municipios afectados por unas demoras que semejan interminables son los de Carnota, Mazaricos, Rianxo y Noia, cada uno por motivos distintos.

El proceso de aprobación está siendo eterno, pero no por falta de implicación de los regidores. En el caso noiés, por ejemplo, Santiago Freire mantuvo hace un par de semanas una reunión con la directora xeral de Augas de Galicia. Uno de los escollos para que el PXOM vea la luz era la legalización de la captación de agua del río Vilacoba, en Albariza. El permiso ya se obtuvo y hasta finalizó el proceso de exposición pública. Sin embargo, Freire precisa que ahora es necesario que el Concello reciba la concesión y, entonces «podería emitirse o informe para a aprobación do plan xeral».

Parece un paso sencillo, pero Santiago Freire ya adelanta que «vai ser difícil que poida aprobarse o planeamento antes dun ano, dependerá dos trámites», y comenta: «Agardamos que non xurdan máis complicacións».

Adaptación a la Lei do Solo

Tanto tardan en aprobarse los PXOM que se dan paradojas como la de Mazaricos, cuyo alcalde, Juan José Blanco, explica que «estámolo adaptando á Lei do Solo e debemos reaxustalo». Entre las variaciones figura la necesidad de acortar los núcleos porque «non poden facerse explotacións dentro de núcleo». Para que las ganaderías no vean mermadas sus posibilidades de expansión, el Concello busca conjugar el cumplimiento de la normativa autonómica con las necesidades de un sector que es el pilar económico del término.

Otro obstáculo con el que cuenta Mazaricos al carecer de PXOM es la falta de suelo industrial. El terreno habilitado en su día está inutilizado tras la aparición de unas mámoas. Lo peor, dice Blanco Riveiro, «son os cartos que se investiron, 700.000 euros que non valeron para nada». Y no es el único problema: «Houbo veciños que cederon o terreo a cambio dunha parcela urbanizable. Xuridicamente, o dese parque é un cacao».

Buscando alternativas, el regidor señala que el futuro PXOM prevé dos pequeñas áreas industriales, una en Pino de Val y otra en A Picota. Con todo, Juan José Blanco fija un plazo no inferior a un año para que el planeamiento pueda aprobarse.

Por su parte, el alcalde de Rianxo, Adolfo Muíños, precisa que «estamos á espera do informe técnico de secretaría para poder presentalo no pleno». Recalca que durante el verano mantuvieron muchas reuniones sobre este aspecto y que «queremos intensificar o traballo».

Finalmente está Carnota, cuyo mandatario, Juan Manuel Saborido, manifiesta que «está en fase de aprobación inicial». Las normas urbanísticas por las que se rige el término datan de 1996. Aunque hace años que viene redactándose el PXOM, Saborido explica que deben efectuar una modificación de la nomenclatural en lo que respecta a la propia redacción del documento. Al menos, dice que tienen el informe favorable de la Rede Natura.

 

La falta de PXOM priva de autonomía a la Administración local a la hora de otorgar licencias

La falta de un PXOM, como indica el rianxeiro Adolfo Muíños, priva de autonomía a la Administración local «á hora de outorgar licencias para facer obras sen ter que recorrer a outras Administracións». Por el contrario, precisa que el planeamiento «abre posibilidades de crecemento no ámbito construtivo». Esto último lo saben bien en Porto do Son, ya que la entrada en vigor del plan urbanístico supuso todo un revulsivo en el sector del ladrillo en el término.

El hecho de carecer de un PXOM puede traer de cabeza a los emprendedores. Lo señala el regidor de Carnota, Juan Manuel Saborido, en relación a un proyecto turístico que experimentó una importante demora, en parte, por no tener planeamiento. El alcalde indica que Caldebarcos y Lariño son los núcleos más afectados por esta situación.

En Noia, sin embargo, ocurre todo lo contrario. Aunque se rige por normas subsidiarias, Santiago Freire recalca que no está parada la concesión de nuevas licencias y que, incluso, el planeamiento es más restrictivo en algunos aspectos.

Burocracia

La burocracia consume tiempo y dinero, sin aportar nada positivo. Inmersa como está la sociedad en la época de la inmediatez, resulta inaudito que una tramitación se demore durante una década. Informes que tardan meses en contestarse y que cuando se responden es para indicar una nueva modificación. Es precisa mayor agilidad, en el bien de la Administración y de los vecinos.