El último día de playa

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

Imagen de archivo de la playa ribeirense de Coroso
Imagen de archivo de la playa ribeirense de Coroso MARCOS CREO

04 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy, 4 de enero, es mi cumpleaños. Me acerco peligrosamente a los 40 y me alejo de los 20, no sé cuál de los dos procesos sucede más rápido. En Nochevieja me mandó un audio una vieja amiga a la que hace eones que no veo. Me habló de alguien, del Emilio que conoció hace 15 años, me habló de mí. Y escuchándola intentaba recordar a ese personaje que a ella le era familiar, pero que a mí actualmente me resulta un desconocido, un antipático incluso. No soy quien fui y supongo que no seré quien soy. Así que en este día más que preguntarme ¿qué soy?, me pregunto ¿cuándo soy?

Soy ahora. ¿Saben cuál es el último día de playa? Es el día en que nunca hace falta decir que es el último día de playa. No me asusta morir, pero tengo miedo de que empiecen a morirse los demás. Siento viva la arquitectura primigenia de esta Ribeira que nada me debe, que tanto me ha dado: palabras, paseos, puñetazos y este amor que tengo por sus negrísimos callejones de carne y salitre. Que esparzan mis cenizas en la peatonal, o mejor aún, en el baño de cada bar donde fui feliz, donde no me echaron. Si están cerrados, arrojadme a las hamburguesas del McDonald's. Quiero vivir para siempre aquí, contigo, como un Helicobacter pylori.

Aunque es invierno, me arremango para escribir. En Word encuentro una lista de propósitos para el 2023 que debí haber dejado escrita una de esas noches. Ahora, a la luz del día, todos me parecen malas decisiones o disparates, menos el último: que no te obsesione el reloj de arena y nunca, nunca, tires la toalla. Hoy no es el último día de playa.