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En las lonjas de Testal y O Freixo se subastaron más de 1.600 toneladas de bivalvo
06 ene 2023 . Actualizado a las 20:20 h.Decía el patrón mayor de Noia en las jornadas previas a la reapertura de los bancos marisqueros que el éxito de las campañas depende de muchos factores más allá de los recursos que aportan los fértiles bancos naturales de la ría noiesa, y en esta ocasión varios de esos elementos externos parecen haberse conjurado para poner palos en las ruedas de la maquinaria que cada otoño se pone en marcha para extraer de los arenales el preciado berberecho. Primeiro la toxina y, en las últimas semanas, las riadas provocadas por las intensas precipitaciones han condicionado el desarrollo de una actividad que este año ha visto reducirse su facturación de forma considerable, hasta situarse en 10,3 millones de euros.
Puede que esta cifra parezca muy abultada, de hecho lo es, pero no si se compara, por ejemplo, con la del ejercicio pasado. Después de las celebraciones navideñas, los mariscadores de Noia se toman siempre un descanso mientras se recupera la demanda tras un período de un elevado consumo de bivalvo, y el año pasado a estas alturas el marisco subastado en las lonjas de Testal y O Freixo había reportado unos beneficios de más de 14 millones de euros. Esto supone que el descenso en este primer tramo de la campaña es de casi 4 millones.
Esto se debe, en primer lugar, a que las capturas se han reducido con respecto a hace un año, un hecho que encuentra una explicación inmediata en la toxina. El regreso de los mariscadores noieses a los arenales tuvo que retrasarse hasta el 20 de octubre por la presencia de una marea roja que provocó un inicio de la campaña accidentado. «Houbo tres semanas que non se puido ir traballar pola toxina, tendo iso en conta e que o berberecho aínda non tiña un rendemento óptimo, os resultados non son tan malos», explicaba el patrón mayor de Noia, Santiago Cruz, que ponía un «regular» a esta primera parte de la campaña: «Hai anos mellores, está claro, pero sempre hai imprevistos e cuestións que non se poden prever, aínda que teñas o recurso, sempre hai factores que van influír».
Otra cuestión que, obviamente, afecta a la facturación son los precios, que en estos meses, sobre todo al inicio de la temporada, no alcanzaron las cifras esperadas, precisamente porque el rendimiento de la vianda no fue el esperado: «Os compradores queren o berberecho ben cheo e houbo días nos que ía baixo de prezo porque non tiña un rendemento óptimo, tivemos que xogar cos topes, baixándoos para aguantar as cotizacións».
Más demanda
Por fortuna, y a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, esta vez el covid no trastocó los planes y reuniones navideñas, así que en las últimas semanas se registró un repunte considerable de la demanda de bivalvo para fresco, con el consiguiente aumento de las cotizaciones: «Este mes de decembro deunos a vida, levantounos moito a facturación».
Finalmente, el primer tramo de la campaña se cerró con más de 10,3 millones de euros facturados. Más de la mitad de este importe corresponde a las ventas de berberecho, que sigue siendo el rey de los bancos marisqueros de Noia con un peso económico de casi 5,7 millones.
En lo que respecta a las capturas, también se redujeron de forma considerable con respecto al año pasado. Por las lonjas de la cofradía noiesa pasaron más de 1.666 toneladas de marisco, de las que más de un millón de kilos fueron de berberecho.
En cuanto a los precios, la cotización media de la especie fluctuó entre los 15,94 euros del de primera categoría y los 3,76 del de cuarta, el más abundante.
Las lluvias han provocado una mortandad que alcanza el 20 % en las zonas de a pie
Aunque pudiera parecerlo, la caída de ingresos no es la peor noticia para los mariscadores de Noia, que en la recta final del año han visto como el exceso de aporte de agua dulce a los bancos marisqueros por las intensas precipitaciones hacían peligrar su medio de vida. De hecho, la mortandad causada por las riadas es elevada, y alcanza hasta el 20 % en las zonas en las que faenan las productoras de a pie.
De esta cuestión hablaba con preocupación el patrón mayor de Noia: «Aínda hoxe [por ayer] viña tocado algún marisco. En terra houbo unha mortalidade do 20 % do berberecho, e tamén afectou á ameixa babosa, e a flote foi dun 7 % máis ou menos. E aínda queda todo o inverno, aínda poden vir máis riadas». Santiago Cruz espera que la lluvia que queda por caer todavía no lo haga tan concentrada como en las últimas semanas, en las que fue necesario abrir las compuertas de la presa del Tambre.
Un mes
Los mariscadores acaban de iniciar un descanso que se prolongará un mes, aproximadamente. El próximo día 13 está prevista una reunión de la junta general para concretar la fecha en la que se reactivará la campaña: «Temos que concretar a volta. Agora paramos porque nesta época non hai demanda, descansamos unhas semanas e logo traballaremos ata abril».
También está por decidir hasta cuándo se prolongará la temporada de trabajo en primavera. Este año, debido al retraso en el inicio de la actividad motivado por la toxina, la intención del cabildo es seguir faenando hasta bien entrado el mes de abril, sin embargo, eso dependerá de cómo evolucione la situación: «Vaise traballar, sempre e cando non veñan máis riadas».