Fe y asueto

Alicia Fernández LA CRIBA

BARBANZA

Imagen de archivo de una procesión de El Paso en Ribeira.
Imagen de archivo de una procesión de El Paso en Ribeira. MARCOS CREO

31 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya llega la Semana Santa y con ella, para una parte importante de la población que a diario se deja la piel y algo más en el trabajo, la posibilidad de emprender un corto viaje que ayude a desconectar de la vorágine permanente en la que vivimos la sociedad actual. Incluso hay quien se desplaza más lejos, a pesar de los inconvenientes de un largo viaje, para poner más distancia.

También hay muchas personas que optan por los viajes cortos, de una jornada, con destino a centros de interés natural, monumental o tradicional ubicados en nuestra comunidad o zonas limítrofes —como Portugal— que incluyen un marcado componente gastronómico. A veces tenemos cerca lo que buscamos lejos.

Por otra parte, tendremos toda la parafernalia inherente a la tradición católica de la Pasión que, por estas tierras, ha recuperado la pompa y boato en los últimos años.

En este apartado me dejaré sorprender, como cada año, por el repentino aumento de místicas devociones. Que me parece muy respetable que cada quién adore al dios que considere oportuno, sin ningún tipo de obstáculo o impedimento. Lo que llama mi atención es que durante el año se vive la fe de forma más íntima, como mucho dentro de los muros de los templos. En esas circunstancias la asistencia de fieles es mucho más humilde. Pero cuando se hace un alarde público de la misma, con actos vistosos, desfiles y procesiones, los asistentes se multiplican a la par que su fervor.

¿Es esta una expresión más de ciertos matices de superficialidad y postureo que marcan esta época? ¿O que en determinadas condiciones no ponemos filtros a manifestar nuestras creencias?