Terror a quedar fuera de algo

Celia Riande García
C.Riande PATIO INTERIOR

BARBANZA

03 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El revuelo de los últimos días por la decepción generalizada que ha causado el cartel del Son do Camiño no deja de ser, al menos para mí, un fenómeno marciano. También lo es el hecho de que, meses atrás, miles de personas pagaran a ciegas más de cien euros por unas entradas que dejaban en el aire una serie de promesas de las que muchos se fiaron sin pensarlo más de dos segundos.

Y es que, quizás por el miedo a quedarse sin ellas, quizás por la presión de grupo, no es el primer año en el que sucede lo mismo. De hecho, mismamente la edición pasada, que estaba especialmente cargada de expectativas por el parón que causó la pandemia y un cartel, el del 2020, que nunca se llegó a cumplir y que contaba con las actuaciones de artistas internacionales de la talla de Bad Bunny o Liam Gallagher, acabaría causando el mismo descontento.

Sin embargo, lo cierto es que, pese a las amenazas de las ventas masivas de las entradas, las quejas e insultos proferidos por redes sociales y los ajetreados grupos de Whatsapp, a juzgar por las fotos que inundaron Instagram el junio pasado, parece que todo el mundo acabaría disfrutando de una de las mayores ofertas musicales que existen en el territorio gallego.

Por eso, y aunque hoy todo sean maldiciones y gritos al aire, lo más probable es que el festival siga optando por esta vía de márketing basada en el misterio, sea o no la oferta de la talla de lo que se promete a los consumidores. Por eso, también, serán los mismos que hoy gritan los que el año que viene esperen horas de cola virtual para conseguir sus entradas.