Carlos Núñez conquistó Boiro

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El artista contó con músicos de la comarca en su concierto en el pazo de Goiáns

15 ago 2023 . Actualizado a las 16:51 h.

Como Julio César en su día, Carlos Núñez llegó a Boiro, vio y venció. El músico vigués conquistó el pazo de Goiáns con un concierto en el que logró ganarse al numeroso público que abarrotaba el patio de butacas desde el primer minuto. Amable, hablador y entregado a la causa, explicando los instrumentos que tocaba y la procedencia de las canciones, el gaiteiro más internacional dejó muy buen sabor de boca en las alrededor de 850 personas que agotaron las entradas para la actuación.

Carlos Núñez no estuvo solo sobre un escenario desde el que interpeló al público para conocerles, encontrándose con asistentes llegados de Madrid, Andalucía o incluso Venezuela. Además de los músicos que lo acompañan habitualmente en sus conciertos, entre los que se encontraba Jon Pilatzke, violista de The Chieftains, contó también con el talento de la comarca. El coro de la Escuela de Música de Boiro y una jovencísima violinista que también se está formando en la escuela boirense acompañaron a Núñez en un par de temas.

Desde la torre

Especialmente vistosa fue la participación de gaiteiros de distintas agrupaciones de Barbanza —de Artes, Boiro o Lousame— que se unieron a la actuación asomándose desde las ventanas y desde lo alto de la torre del pazo de Goiáns.

El hecho de hacer protagonistas del concierto a los músicos de la comarca fue una de las muchas muestras de conexión que mostró Carlos Núñez con el entorno y con el público, al que volvió a interpelar para que posaran para la foto de familia con toda la banda, y también para que ellos mismos se subieran al escenario. Hacia el final de la actuación, en la que no faltaron algunos de los temas más conocidos del gaiteiro y de The Chieftains, pidió a varias personas que se uniesen a los músicos para, cogidos de la mano, realizar una sencilla coreografía. Mientras sonaba la música, esa particular cadena humana bajó de nuevo al patio de butacas y volvió a mezclarse con un público que puesto en pie seguía el ritmo.

Al final, el respetable abandonó la finca de Goiáns con una sonrisa en la boca y comentarios unánimes: «El concierto ha sido espectacular, impresionante».