Manuel González, el agricultor que enseña a los niños que las verduras no vienen de la estantería del supermercado

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

BARBANZA

Carmela Queijeiro

El agricultor imparte talleres en los colegios de Artes, Aguiño y Carreira

30 ago 2023 . Actualizado a las 20:52 h.

Hace unos años la tendencia era llenar las aulas de ordenadores y pantallas con las que modernizar la educación de los más pequeños. Las pizarras táctiles se abrían paso en los colegios del rural mientras que en los urbanos ya empezaban a verse clases totalmente digitalizadas en las que los libros de texto habían sido sustituidos por tabletas.

Por el contrario, ahora existen escuelas en las que este contacto continuo con la tecnología es visto como una losa que puede menguar la creatividad y la compresión lectora de los alumnos. Por eso los famosos de la era digital mandan a sus hijos a centros en los que la luz azul y los píxeles son casi un rumor. En los colegios de Artes, Carreira y el Heroínas de Sálvora de Aguiño, no abrazan ni un extremo ni el otro, si no que combinan las ventajas de mundo moderno con las del rural.

Con la pretensión de poner en valor el campo nacieron los talleres de agricultura ecológica que Manuel González, presidente de la asociación Sachos á Rúa, imparte una vez por semana. En ellos, chiquillos de infantil y primaria meten las manos en la tierra, plantan vegetales y aprenden sobre la naturaleza estando en contacto con ella: «Coñecen como se sacha unha leira, como se sementa... ven o proceso completo».

La iniciativa surgió hace cinco años en el colegio de Artes, cuando el director en aquella época, Diego Suárez, y González se pusieron de acuerdo para organizar la actividad. Tras cerrar los primeros cursos con un gran éxito, se unieron las escuelas de Carreira y Aguiño.

Los alumnos, que tienen entre 3 y 12 años, experimentan con las plantas en los pequeños huertos ecológicos que el profesorado ha ido habilitando en los diferentes patios de recreo. El profesional de Sachos á Rúa, indica que «cada tarefa adáptase á idade dos rapaces, non é o mesmo o que fan os maiores que o que fan os de infantil».

Conocer el origen

Este contacto directo con el desarrollo de los vegetales causa especial estupor en los más jóvenes, que lanzan exclamaciones de sorpresa y alegría cada vez que ven brotar una semilla: «Os rapaces ven que as froitas e verduras veñen da terra, non dun estante do súper»

El agricultor señala que estas actividades, entre muchas otras ventajas, fomentan que los niños coman verdura, pues al haberlas cultivado ellos mismos, muchos optan por llevárselas a casa y pedirles a sus padres que las cocinen.

La conexión con la tierra también implica una mayor relación con las raíces familiares y las costumbres del campo, pues muchos de los alumnos tienen abuelos que sí cultivan algunas hortalizas. «Se a familia vive no rural, é raro que algo non plante», considera González.

Manifiesta que este tipo de huertas son totalmente ecológicas, pues para su mantenimiento no se utiliza ningún tipo de compuesto químico: «Non usamos nada tóxico, os tratamentos son 100 % naturais». Para él, es importante destacar el trabajo extra que asumen los docentes al llevar a cabo este tipo de actividades que, en muchas ocasiones, alargan los horarios de trabajo de los profesores: «A maioría son xente con moita vocación».