El Dúo Charada y la orquesta Los Satélites pusieron el toque musical
26 sep 2023 . Actualizado a las 17:56 h.Sin pistolas ni cañones, pero sí con muchas ganas. Así fue ayer la segunda entrega de la batalla festiva que atraviesa estos días Tállara. A pesar de que las grandes fechas barbanzanas van quedando atrás, junto con el verano, esta parroquia lousamiana sigue haciendo temblar el suelo con el ruido de las orquestas y las gaitas.
Estas últimas, empuñadas cual fusiles por los miembros de O Son do Pote, fueron las encargadas de inaugurar la jornada del lunes, en la que el punto fuerte fue la reunión de más de 300 vecinos en torno a la capilla de San Roque para la celebración de la tradicional misa. La eucaristía comenzó a las 13.00 horas y tras 45 minutos llenos de fe y fervorosas oraciones, salió la procesión.
El recorrido a hombros de la Virxe de Loreto, comenzó en la puerta del propio templo, cuando un grupo de vecinos de Carantoña la alzaron para pasearla por el pueblo un año más. Después de bajar por la calle principal, el nutrido conjunto de feligreses dio la vuelta a un cruceiro para volver a ascender hasta la ermita y bailar a la santa a su alrededor hasta meterla dentro de nuevo.
Muchos fueron los residentes que aprovecharon la ocasión para sacar fotos desde sus dispositivos móviles, sobre todo a los adornos florales, que asombraron al respetable por su elegancia y belleza.
A pesar de las malas previsiones, en las que la lluvia amenazaba con aguar la fiesta, lo cierto es que el tiempo no solo se mantuvo, sino que durante la procesión algunos fieles fueron buscando puntos de sombra e improvisando abanicos ante el inesperado calor.
Después de que acabase la ceremonia religiosa los vecinos pudieron disfrutar de un sesión vermú amenizada por el Dúo Charada, en la que muchos se echaron unos bailes a modo de calentamiento para la movida velada que estaba prevista para la noche.
Herencia familiar
Al frente de esta elaborada celebración estuvo Elena Abeijón, que se enfrentaba por segunda vez consecutiva a ser la «madrina» de las fiestas. Lo suyo con el San Roquiño empezó como fruto de un triste episodio en su vida, pues siempre había sido su padre, José Manuel el que se había encargado de organizar todo lo necesario para el disfrute de los asistentes: «Cando morreu papá os meus compañeiros animáronme moito a coller as rendas, e iso que eu non tiña ganas de nada».
Explica que muchos de los recuerdos que tiene de su progenitor están unidos a esta arraigada tradición y que no le gustaría que se perdiese: «Ao final non hai moita xente nova aquí e as persoas maiores téñenlle algo de medo ao papeleo, por iso decidín lanzarme, por meu pai e polos que antes se esforzaron porque isto seguise adiante».
Antonio Piñeiro recogerá hoy el testigo de Abeijón para conmemorar el día de la Purísima Concepción. Tras la celebración de la pertinente misa en honor a la santa, que también recorrerá las inmediaciones del templo a hombros, los encargados de animar la sesión vermú serán los miembros de la charanga Os Celtas y el grupo Zona Cero.
Esta última formación participará igualmente en la verbena nocturna, en la que actuará también la orquesta Trébol.